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Obstáculos de la educación distancia

Carlos Burgos

Fundador

Televisión educativa

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Decíamos que en 1983 arrancamos con el Instituto Nacional a Distancia (INED) y después con el Proyecto de Educación Básica a Distancia (PREBAD).

Esa modalidad a distancia fue considerada como una innovación educativa, aunque surgieron obstáculos que tuvimos que enfrentar.

Algunos directores de institutos nacionales afirmaron que esos estudios no eran equivalentes a los presenciales que ellos ofrecían. A esto les respondimos que los módulos de autoaprendizaje se redactaban con base en los programas oficiales y los preparaban maestros con experiencia en ese nivel graduados en la Escuela Normal Superior, no eran empíricos

Otros no querían colaborar prestando los locales nacionales durante los fines de semana para desarrollar las tutorías y practicar las pruebas presenciales. Esto lo resolvimos con una circular enviada por las autoridades superiores en la que se les ordenaba facilitar las instalaciones para las tutorías y pruebas del sistema a distancia.

Percibimos que algunos directores creían que con este tipo de estudios bajaría su matrícula, lo veían como una competencia atractiva para estudiantes. Les aclaramos que se atendería a la población que no podía asistir a centros educativos diurnos o nocturnos, ya sea por su trabajo, dificultades en medios de transporte, distancia desde sus casas, impedimentos físicos y otros motivos.

Los módulos escritos se preparaban con todos los elementos que se requería para el autoaprendizaje: el paso a paso, la discusión, la autoevaluación, las actividades, los resúmenes, etc. El contenido acerca del tema se presentaba como un cuerpo sólido de conocimientos, integrado a la ciencia, no como conceptos aislados, débiles, sin sentido de integridad con un todo científico.

Las tutorías no eran clases tradicionales sino asesorías, orientaciones, enfatizando en los puntos que los estudiantes consultaban. Los tutores revisaban las autoevaluaciones, las actividades, aplicaban las pruebas escritas presenciales, llevaban los registros formales de la evaluación sumativa. A veces las consultas se atendían por teléfono cuando los estudiantes no podían presentarse algún fin de semana.

Algo estupendo fue el hecho que algunos estudiantes descubrieron cierta tutoría libre, que consistía en consultar con empleados, por ejemplo, contadores, acerca de las operaciones contables y registros legales. Esto lo hacían cuando no podían asistir a la tutoría o por la inmediatez de estas personas a sus casas o a su trabajo.

Como refuerzo se transmitían teleclases especiales en nuestros canales 8 y 10 de la TV. E. sobre los temas de estudio, se reforzaban conocimientos o se ampliaban experiencias de la realidad, en fin generaban inquietudes para investigar, consultar, y avanzar en sus propósitos personales.

Esto tipo de estudio motivó a otros jóvenes y adultos, para que en 1984 se inscribieran. Este año se atendió en las opciones de Humanidad y Contaduría a cuatro grupos: dos del primer año y dos del segundo. En la marcha los tutores y estudiantes nos retroalimentaban acerca del proceso, que permitió pulir y reajustar los componentes del sistema.

En 1985 atendimos a seis grupos. Los que ingresaron en 1983 ya iban en tercer año. Los estudios de Humanidades durarían tres años y los de Contaduría, cuatro. Avanzaban con entusiasmo, mirando el horizonte de la Universidad.

Antes de graduarse el grupo de estudiantes de Humanidades decidió nominar su promoción como «Promoción Licenciado Carlos Antonio Burgos». Honor que me causó impactó, con ellos se concretaba uno mis sueños recurrentes desde mi juventud y que consolidé como maestro normalista.

Entregamos a 343 estudiantes su título de Bachiller Académico Opción Humanidades. Muchos de ellos se sometieron a las pruebas de admisión en la Universidad de El Salvador, fueron aprobados y tuvieron destacado desempeño por su disciplina de autoaprendizaje. A veces me encontraba con ellos en las aulas universitarias o lugares de trabajo, sonrientes, optimistas y seguros de obtener nuevos triunfos.

En 1986 se titularon 1200 bachilleres de Humanidades y Contaduría. A esto se agrega que cientos de alumnos del proyecto de Educación Básica a Distancia, cada año han ido aprobando su grado.

La matrícula continúa creciendo. Los estudios a distancia subsisten después de 33 años que los fundamos. Hasta pronto.

 

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