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Era difícil pronosticar un guión así para un partido tan importante. El Sevilla FC dio un paso de gigante hacia la Liga de Campeones en un duro encuentro ante un correoso Eibar.
El nombre propio fue Ocampos, que marcó el único gol del partido antes de la hora de partido y atajó en el descuento la más clara de los visitantes, en las botas del guardameta Dmitrovic.
No, no es un error. La inoportuna lesión de Vaclík deparó una última jugada no apta para cardíacos, pero con final feliz para los de Lopetegui.
Tras un día con temperaturas por encima de los 40 grados, la noche dio algo de tregua pero lógicamente no la suficiente.
El Sevilla notó la exigencia en los primeros minutos y le costó imponerse a un Eibar que optó por una presión muy alta desde el inicio pero sin finalización, más allá de una acción aislada que acabó en los guantes de Vaclík.
Inui volvió a intentarlo cerca de la media hora, esta vez en una acción más elaborada que acertó a enviar a córner con reflejos Sergi Gómez.
Pasada la pausa de hidratación cambiaron las tornas y el Sevilla hizo el ruido que no pudo hacer hasta entonces. A cuatro para el descanso la tuvo Ocampos, tras un robo con mucha fe que le permitió plantarse en el área vasca pero sin opción de remate.
En el córner que generó esa misma acción llegaba la polémica, por unas clarísimas manos de Burgos que ni tan siquiera entró a revisar el VAR. Aún hubo tiempo para un mano a mano de Ocampos ante Dmitrovic, aunque el argentino no consiguió darle la comba necesaria y el balón salió de fondo.
Siguió sin estar cómodo el Sevilla en la reanudación. De hecho a punto estuvo de adelantarse el equipo armero con una acción a balón parado y un remate de Burgos sobre la línea que no tuvo éxito por milímetros. Perdonó el Eibar y lo pagó muy caro, pues casi sin solución de continuidad iba a estrenarse el marcador. Acción marca de la casa de Jesús Navas, centro con la izquierda y remate con el exterior de Ocampos, que coge a contrapie a Dmitrovic para anotar su gol número 13. Lopetegui refrescó su once pronto, dando entrada a En Nesyri y Jordán por De Jong y Óliver, respectivamente.
El Sevilla se sintió más cómodo con la ventaja porque encontraba esos espacios que no tenía con la igualdad en el marcador.
El Eibar se acercaba de forma tímida y se podía intuir de forma más clara el segundo del Sevilla. Lopetegui agotó sus cambios con la entrada de Gudelj, Reguilón y Suso y este último pudo matar el partido a dos para la conclusión. Fue tras una acción perfecta de Jordán sobre la línea de fondo, que cedió atrás para el gaditano. Dmitrovic evitó el 2-0 con una parada providencial.
Lo inesperado quedaba para el añadido. Con el añadido casi cumplido la tuvo Kike García con un tiro al poste. En la caída se lesionó Vaclík y ya sin cambios tuvo que colocarse bajo los palos… ¡Ocampos! El Eibar la colgó y hubo un par de remates, incluido del guardameta Dmitrovic. Pero Ocampos atajó y Navas sacó bajo los palos para un final de película. El Sevilla se pone con seis sobre el quinto y se acerca mucho más al gran objetivo de la Liga de Campeones.