París/AFP
La OCDE mantuvo el miércoles su previsión de expansión de la economía mundial en un «decepcionante» 3% y llamó a tomar medidas urgentes para salir de «la trampa del crecimiento débil».
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé igualmente para 2017 un crecimiento «modesto», healing de 3, nurse 3%.
«El crecimiento es flojo en las economías avanzadas y se ha ralentizado en muchas economías emergentes que habían actuado como motores de la economía mundial después de la crisis» de 2008, dijo el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, al presentar en París el informe trimestral de la organización.
Gurría llamó a los dirigentes políticos a «adoptar urgentemente medidas globales que hagan posible (…) salir de esta dinámica de crecimiento decepcionante e imprimir a nuestras economías un impulso que permita preservar el nivel de vida de todos».
La OCDE prevé que en 2016 el PIB mundial crezca un 3%, sin variaciones respecto a 2015.
Ese promedio refleja una desaceleración de las economías avanzadas y de China y una persistente recesión en Rusia y particularmente en Brasil, que sufre su peor crisis económica en casi un siglo.
El crecimiento del PIB de Estados Unidos se desacelerará de 2,4% en 2015 a 1,8% en 2016, antes de repuntar a 2,2% en 2017. El de la zona euro se mantendrá estancado este año en un 1,6% y en 2017 crecerá apenas una décima. Y Japón pasará de un exiguo crecimiento de 0,6% en 2015 a 0,7% en 2016, pero volverá a ralentizarse a 0,4% en 2017.
La OCDE, un club de 34 democracias con economías abiertas y en su gran mayoría ricas, insta a los poderes públicos a «recurrir más ampliamente a medidas de política fiscal y a dar un nuevo impulso a las reformas estructurales, para salir de la trampa del crecimiento débil».
La desaceleración de China, que tuvo un fuerte impacto en la demanda mundial, se proseguirá. Después de crecer un 6,9% en 2015, su resultado más bajo en un cuarto de siglo, el PIB de la segunda economía mundial crecerá un 6,5% en 2016 y un 6,2% en 2017.
Emergentes con destinos contrastados
Las perspectivas de los países emergentes difieren, «en función de sus políticas de estímulo, del impacto de los bajos precios de las commodities, de los avances de sus reformas estrcturales y de sus vulnerabilidades financieras», explica el informe trimestral de la OCDE.
«Las políticas de estímulos están ayudando a mantener la demanda interna en China, pero Brasil y Rusia siguen confrontados a recesiones profundas», especifica.
Pero la OCDE ve a Rusia en una cuesta ascendente, ya que la contracción de su PIB pasará de 3,7% en 2015 a 1,7% en 2016 y saldrá de terreno negativo en 2017, con un crecimiento de 0,5% en 2017.
La perspectivas de Brasil en cambio se ensombrecen, dado que su economía, que ya cayó un 3,8% en 2015, se contraerá un 4,3% este año y un 1,7% en 2017.
Esos pronósticos empeoran los de febrero pasado, cuando la OCDE preveía una caída del PIB de 4% en 2016 y un crecimiento nulo (0%) el año próximo.
El informe aleja así la perspectiva de una reversión de la crisis bajo el gobierno de Michel Temer, que en mayo reemplazó a la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, suspendida del cargo por un procedimiento de impeachment por presunta manipulación de las cuentas públicas.
Las incertidumbres políticas pesan en la recuperación de varios emergentes.
«La escalada de tensiones políticas o geopolíticas en algunos emergentes, y especialmente en Brasil, Rusia, Sudáfrica y Turquía podrían afectar la confianza de los inversores. Y «un aumento mayor del esperado de las tasas de interés en Estados Unidos podría provocar una salida de capitales de los emergentes», advierte la OCDE.
México y Chile, dos países latinoamericanos miembros de la OCDE, tendrán un crecimiento algo por debajo de la media mundial.
Pero México crecerá este año un 2,6% -una décima más que en 2015- y en 2017 un 3%.
El crecimiento de Chile se desacelerará en cambio de 2,1% en 2015 a 1,5% en 2016, pero tendrá un fuerte repunte en 2017, a 2,5%, según el informe de la OCDE.