Gaza, Territorios Palestinos/AFP
Adel Zaanoun
El ejército israelí mató a ocho palestinos e hirió a centenares este viernes, en uno de los más violentos enfrentamientos de los últimos años, que estallaron cuando miles de personas protestaban en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel.
Fuentes gazatíes estimaron el número total de manifestantes en decenas de miles, entre ellos mujeres y niños.
Los manifestantes se concentraron en diferentes puntos a lo largo de la frontera entre este territorio palestino y el Estado hebreo, constataron periodistas de la AFP.
Unos pocos se acercaron a escasos cientos de metros de la valla fronteriza, protegida por militares israelíes con tanques y francotiradores, que utilizaban gases lacrimógenos y balas reales para hacer retroceder a los palestinos.
Las fuerzas de seguridad israelíes también usaron un dron para lanzar gases lacrimógenos a lo largo de la frontera, indicó un portavoz de la policía. Es una de las primeras veces que se usa un dron con este objetivo.
La Media Luna Roja palestina informó de que 355 personas resultaron heridas de bala, mientras el ministerio Salud gazatí anunciaba la muerte en total de ocho personas en los enfrentamientos.
«17.000 palestinos participan en revueltas en cinco ubicaciones a lo largo de la valla de seguridad de la Franja de Gaza», afirmó el ejército israelí.
«Los alborotadores hacen rodar neumáticos en llamas y arrojan bombas incendiarias y piedras a la valla de seguridad y a las tropas (israelíes), que responden con material antidisturbios y disparando contra los principales instigadores», agregó.
Horas antes del comienzo de este movimiento de protesta que se prevé que dure seis semanas, un disparo de artillería israelí había matado a un agricultor palestino en el sur del enclave.
Un portavoz del ejército israelí explicó que dos «sospechosos» se habían acercado a la barrera de seguridad y los carros israelíes dispararon en su dirección.
– «Día de la Tierra» –
Los dirigentes militares y políticos israelíes advirtieron que el ejército no dudaría en dar a los francotiradores la orden de abrir fuego si los palestinos intentaban entrar en territorio israelí durante las manifestaciones.
Los gazatíes levantaron campamentos con carpas cerca de la valla fronteriza para denunciar el estricto bloqueo impuesto desde hace diez años por el Estado hebreo y el cierre casi permanente del paso hacia Egipto.
Este movimiento de protesta también reivindica el «derecho al retorno» de los cientos de miles de palestinos que fueron expulsados de sus tierras o huyeron de la guerra que siguió a la creación de Israel en 1948.
Las manifestaciones de este viernes, que dan inicio a esta «marcha del retorno», coinciden con el «Día de la Tierra», homenaje que se rinde anualmente a seis árabes israelíes muertos en 1976 en manifestaciones contra la confiscación de tierras por Israel. También se preveían conmemoraciones en la Cisjordania ocupada y en la comunidad árabe israelí.
Estas seis semanas de protestas fueron oficialmente convocadas por la sociedad civil, pero Hamas, el movimiento islamista que gobierna en Gaza, las respalda y afirmó que se aseguraría de que nadie se acercase peligrosamente a la frontera.
Sin embargo, a los responsables israelíes les preocupa la posibilidad de que elementos incontrolados aprovechen la situación para provocar una confrontación.
Uno de los temores israelíes es un intento, espontáneo o no, de forzar la barrera durante una marcha masiva con mujeres y niños.
Desde 2008, Israel y Hamas se han enfrentado en tres guerras en el enclave palestino y desde 2014 observan un tenso alto el fuego.
– «Sigan con sus actividades» –
El ejército israelí afirmó haber desplegado importantes refuerzos en la frontera para impedir infiltraciones durante la celebración de Pésaj, la Pascua judía, que se celebra a partir del viernes por la noche.
«La dirección de Hamas juega con sus vidas», escribió en árabe el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, en Twitter dirigiéndose a los gazatíes. «Todo aquel que se acerque a la valla se pondrá en peligro. Les sugiero que sigan con sus actividades diarias y no participen en una provocación», agregó.
El derecho al regreso de los refugiados sigue siendo una reivindicación palestina fundamental y, para los israelíes, un obstáculo mayor a la paz.
El estatus de Jerusalén es también un punto importante de crispación, aún más desde que el presidente estadounidense Donald Trump decidió reconocer la Ciudad Santa como capital de Israel y trasladar allí la embajada de Estados Unidos.