Nota tomada de: http://www.telesurtv.net/
Desde el 2015 el uno por ciento más rico de la población mundial posee más riquezas que el resto de la población del planeta.
Estas ocho personas son:
Bill Gates de EE.UU.,cofundador de Microsoft (US$75 mil millones)
Amancio Ortega de España, fundador de Zara propietario de Inditex (US$67 mil milllones)
Warren Buffett de EE.UU., accionista mayoritario de Berkshire Hathaway (US$60 mil 800 millones)
Carlos Slim Helú de México, propietario de Grupo Carso (US$50 mil millones)
Jeff Bezos de EE.UU., fundador y director ejecutivo de Amazon (US$45 mil 200 millones)
Mark Zuckerberg de EE.UU., cofundador y CEO de Facebook (US$44 mil 600 millones)
Larry Ellison de EE.UU., cofundador y CEO de Oracle (US$43 mil 600 millones)
Michael Bloomberg de EE.UU., dueño de Bloomberg LP (US$40 mil millones).
Actualmente los presidentes de las empresas del índice bursátil FTSE 100 ganan en un año los mismo que diez mil trabajadores textiles en Bangladesh y el hombre más rico de Vietnam gana más en un día que la persona más pobre en diez años.
Los datos de Oxfam, que recoge estadísticas de instituciones e investigadores de todo el mundo, proporcionan un panorama económico mundial de la pobreza. Esta información demuestra una problemática estructural distinta a la que las políticas económicas del capitalismo clientelar utilizan tradicionalmente para explicar la pobreza.
Oxfam pone la lupa de la desigualdad en la distribución de la riqueza. En su reporte indican que en el periodo que abarca del año 1988 al 2011, el incremento de los ingresos del diez por ciento más pobre de la población ha sido menor de tres dólares mientras que el incremento del uno por ciento más rico ha sido ciento ochenta y dos veces esa cantidad.
En los últimos treinta años el 50 por ciento más pobre ha visto sus ingresos estancarse mientras que el uno por ciento más rico ha visto su ingreso incrementarse hasta un 300 por ciento.
La causa de esta desigualdad, según el reporte, son: la perspectiva cortoplacista del capitalismo neoliberal, la evasión fiscal de las grandes empresas y la injerencia de los intereses de los más ricos en las políticas legislativa. Estos utilizan su dinero para promover paraísos fiscales y la reducción de costos mediante el atropello de los derechos de los trabajadores y productores primarios.
El presidente Rafael Correa reaccionó ante este reporte en una serie de tuits que resumen el grupo de seis falsas premisas económicas que continúan alimentando la crisis de desigualdad.
Estas falsas premisas incluyen:
1- El mercado es infalible y el gobierno debe ser pequeño. Con poca regulación.
2- La maximización de beneficios a corto plazo.
3- La economía “de goteo”, en la que la riqueza individual se desplaza hacia abajo, a los más pobres
4- La utilidad del PIB y su rol como principal objetivo de las políticas públicas
5- Pensar que los modelos económico están libres de una mirada de género
6- Creer que los recursos del planeta son ilimitados y que pueden sostener crecimiento ilimitado de las empresas y sus ganancias
Ecuador se dispone a combatir estas falacias económicas ya que asumió este viernes 13 de enero la presidencia del grupo G-77 más China. Al respecto el canciller ecuatoriano Guillaume Long indicó que Ecuador luchará en contra de los paraísos fiscales y realizó un llamado a crear un organismo tributario dentro de la ONU.
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El informe de Oxfam provee un conjunto de recomendaciones para promover una economía que esté a favor del otro noventa y nueve por ciento de la población mundial en contraste con la falta de medidas concretas en contra de la desigualdad y la pobreza que hasta ahora ha caracterizado a la conferencia del Foro Económico Mundial en Davos.
Las medidas recomendadas están orientadas a cambiar las legislaciones gubernamentales a favor del noventa y nueve por ciento más desfavorecido de la población. Por ejemplo, fomentar la cooperación entre los gobiernos en lugar de la competencia por bajas tasas impositivas; perseguir el beneficio de toda la población; beneficiar tanto a los hombres como a las mujeres; acabar con la concentración extrema de riqueza; transformar la economía para utilizar fuentes de energía renovables; aprovechar los recursos tecnológicos a favor de la población y dejar el PIB de lado como indicador del progreso.
Estas recomendaciones buscan prevenir la escalada en la desigualdad económica que es pronosticada si no se toman medidas efectivas pronto. Se espera que en los próximos veinte años solo 500 personas serán herederas de más de dos billones de dolares, una cantidad que supera el PIB de la India, un país con mil trescientos millones de habitantes. Igualmente, se prevé que en los próximos 25 años el mundo vea al primer “billonario” de la historia.