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Ocultando la corrupción, “combatiendo la corrupción”

El titular parece cantinflesco, pero tiene sentido, si lo vemos a la luz de lo que ha pasado y está pasando y lo que viene. Muy peligroso, por cierto, para la democracia, para la política, para la institucionalidad, para el periodismo. Y es que lo que está ocurriendo es precisamente la construcción de un andamiaje para encubrir la corrupción, que es igual que la que supuestamente hicieron los “mismos de siempre”, solo que hoy que nuevos autores, con Nuevas Ideas, con nuevas estrategias. El Gobierno del Presidente Nayib Bukele enfrenta, en tan solo dos años internacional e internamente, escandalosos casos de corrupción, solo que los ha sabido encubrir con la complicidad de sus votantes, por lo que debería ser un escándalo y, por tanto, una indignación general se ha convertido en tolerancia general por permisiva.

Y es que cuando el presidente creó la CICIES, bajo la supuesta bandera de combatir la corrupción, sobre todo en su gobierno, pronto la convirtió en una herramienta política y cuando quienes la dirigían no atendieron la indicación, y por el contrario, investigaron actos sospechosos de corrupción en el actual gobierno, el presidente Bukele ordenó que la CICIES fuera cesada, claro, el mandatario fue cuidadoso en no hacerlo él directamente, sino que utilizó a la Fiscalía General de la República, pero, antes, quitó al titular anterior y nombró al suyo.

La CICIES interpuso ante la Fiscalía General de la República 12 casos de probable corrupción en el Gobierno del presidente Bukele, entre estos está el caso de Salud, en el que estaría involucrado el actual ministro de Salud, Francisco Alabí, por eso es que a finales del años pasado, la Fiscalía allanó las instalaciones del Ministerio de Salud.

Pero el presidente Bukele no solo deshizo la CICIES, sino que promovió en la Asamblea Legislativa, dominada por Nuevas Ideas, una ley que popularmente se conoce como “Ley Alabí”, que no es otra cosa más que proteger al actual ministro y a otros que relacionados en el gasto de fondos para atender la pandemia, que suman más de un mil millones de dólares.

Otro hecho que debería tener escandalizados a los salvadoreños es la Lista Engel, en el que aparecen funcionarios de alto nivel del actual gobierno como corruptos, entre ellos la Comisionada Presidencial, Carolina Recinos, el exministro de Seguridad, Rogelio Rivas, el exministro de Agricultura Pablo Anliker, entre otros. Además, ha ordenado otras leyes para declarar en reserva toda la información gubernamental, y de paso destituyó a la comisionada presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), con lo que imposibilita que los periodistas y, sobre todo la ciudadanía, obtenga información relacionada con los funcionarios y la cosa pública.

Y para que la ciudadanía todavía no ponga en agenda para la crítica lo arriba mencionado, y para que sus votantes sigan dormidos y aplaudiendo, montó un show, acompañado de persecución política, de un gobierno con su Fiscalía y su Asamblea combatiendo la corrupción. Así, en el primer acto llevan a la Asamblea al expresidente Elías Antonio Saca, quien guarda prisión en parte porque lo castigó ARENA, y por haberse hecho cargo de haber cometido actos de corrupción, y hace “el destape del siglo”.

Nombra uno a uno los exfuncionarios de ARENA que recibieron sobresueldos, pero fue cuidadoso de quitar de la lista a los exfuncionarios de ARENA que fueron parte de su gobierno y que posteriormente crearon al partido GANA, el vehículo que utilizó el presidente Bukele para llegar a la presidencia de la República, tras ser expulsado del FMLN.

El segundo acto, y muy peligroso en el supuesto combate a la corrupción, es la persecución de todos los exfuncionarios del FMLN, de los cuales cinco han sido capturados y exhibidos de la forma más execrable, pues hay toda intención de humillar a los capturados, y golpear la moral de la militancia del FMLN. Mientras que a otros les han decretado orden de captura y hasta con difusión roja, entre ellos al expresidente de la República el profesor Salvador Sánchez Cerén, ex miembro de la Comandancia General del FMLN y firmante de la Paz.

Sin lugar a duda, lo que está ocurriendo en estos momentos es una persecución política contra la izquierda del FMLN, y para ello utiliza la supuesta lucha contra la corrupción, que de paso le sirve para ocultar la corrupción del actual gobierno.

Lo que está pasando en el país es muy delicado, muy grave, muy lamentable.

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