Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
En términos de resultados, el fútbol de El Salvador está tan cerca del de Montserrat como el estadio Cuscatlán de la colonia Monserrat.
Para muestra, la noche del sábado la azul y blanco, guiada por el técnico mexicano Carlos De Los Cobos, dio una magistral cátedra de cómo desperdiciar la posición del balón.
La armada cuscatleca, que amasó la pelota en un 75 %, derrotó con sufrimiento a un cuadro caribeño plagado de músculo, pero sin talento. Necesitó más de 90 minutos la Azul para ver la luz y no hacer el ridículo sobre el césped del estadio “Blakes Estate” de Montserrat.
La noche tenebrosa la alumbró Óscar Cerén, con un doblete que difícilmente podrá techar la lluvia de críticas que caerán por el pobre desenvolvimiento colectivo de los salvadoreños.
Cerén, Dennis Pineda y un par más, quizá se salven del diluvio. El volante paquidermo fue decisivo, pues se puso el traje de héroe en el último suspiro del juego y se lo talló antes con el 1-1.
Y si es que El Salvador hizo algún mérito para llevarse el triunfo fue en el complemento; pero lo cierto es que mostró un juego gris y poco esperanzador. Muy pocos jugadores dieron la talla.
El primer acto, por ejemplo, levantó el telón sin nada que aplaudir a la Azul, tanto que si el entablado hubiese sido el césped del Cuscatlán se habrían ido al descanso entre la rechifla y una lluvia de tomates.
Y es que ni en ofensiva ni defensiva funcionó el operativo enviado por De Los Cobos para tumbar al amateur Montserrat.
En ese inolvidable primer tiempo, le bastó al equipo caribeño apiñarse en su propio terreno para dejar sin circuitos y sin luces a un equipo cuscatleco cargado en la zona ancha, pero romo en ataque.
David Díaz salió como único jugador en punta, pero no estuvo fino y tampoco recibió la asistencia deseada de Diego Coca y Gilberto Baires, que eran los encargados de mover los hilos.
Sin hoja de ruta y sin ideas para poder derribar los cercos rocosos montados por los caribeños, no fue raro que la selecta se fuera en blanco a las duchas, pero sí llamó la atención que se llevara un gol en contra.
Necesitó apenas dos ocasiones concretas Montserrat para llegar al gol y eso desnuda las deficiencias de Azul, a pesar de la experiencia de la zaga. La anotación llevó la firma de Joseph Taylor y llegó al ‘38. Antes de eso, el meta Henry Hernández había evitado el grito de gol.
De las debilidades en ataque también se percató De Los Cobos y la medida emergente fue retirar a Díaz, darle paso a Jaime Alas y adelantar a Pineda, un jugador con mayor regate y movilidad.
Fue ese pequeño movimiento el que permitió encontrar fisuras y en las que Cerén aprovechó para agenciarse un doblete. El mismo Pineda y Bryan Tamacas vieron también túneles por ese mismo carril derecho, pero no tuvieron puntería.
Al final se ganó, pero hay nubarrones y estos podrían disiparse o volverse terroríficos en el amistoso de este martes ante Brasil.