Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definen diecisiete metas de la vida pública de país, y están adscritos a la Agenda 2030 de la ONU, proveniente de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y pueden ser, más que una “hoja de ruta”, un proyecto para salvar al planeta, desde la efectividad gubernamental y el respeto de los derechos humanos de cada país.
El Estado salvadoreño, signatario de este compromiso internacional, preparó dos agendas de corto y largo plazo, que a su vez, están amarradas al Plan Quinquenal (2014-2019), que sin este plan hubiera sido casi imposible plantearse la medición de los ODS, explicó, Gustavo Adolfo Amaya, representante de CECADE que integra a MODES.
El Movimiento de ONGD para el Desarrollo Solidario de El Salvador (MODES), presentó su informe de evaluación sobre el cumplimiento de los ODS, “Agenda 2030”, en el que se establece que el país avanzó un promedio general de 35 %, que se considera moderado y en otros rubros satisfactorio, lo que coloca a estas diecisiete metas en un prometedora oportunidad, para construir un camino en común para el desarrollo sin exclusión social, política o económica.
“El global de los avances es satisfactorio y moderado. Lo que hicimos fue cruzar datos a través, de una encuesta de percepción, sobre la experiencia de las ONGs en el territorio. El gobierno en su informe, ha hecho su cruce que anda por el 40 %, que es la media de ellos. Nosotros bajamos cinco puntos de ese porcentaje, analizando objetivo por objetivo y encontramos avances regulares o moderados, pero en otros hay avances satisfactorios. Lo mejor de esto es que esta agenda no cierra este año, llega hasta el 2030, donde se puede mejorar, corregir o adelantar en su cumplimiento”, explicó Amaya.
¿Por qué es importante la Agenda 2030?, Amaya, comentó que el principal aporte es que son compromisos de política pública y ningún gobierno puede dar vuelta atrás, si los ha signado y mucho menos de manera antojadiza renunciar a ellos. Ya que toda la cooperación reembolsable, no reembolsable, préstamos, créditos, proyectos, programas o cooperación técnica están dentro del marco de los ODS.
Así como, los organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pueden exigir de los gobiernos que sus erogaciones estén alienados a los ODS. “La Agenda 2030 no está vista como la agenda de los países pobres que financian los países ricos, sino la Agenda del Planeta, es una agenda para todos. Porque el problema que se detectó para el 2015, es que si seguimos bebiendo, consumiendo y manejando el planeta como lo estamos haciendo, vamos a colapsar como civilización, ese es el problema. Si no hacemos nuestras todas esas medidas, que son indivisibles, todas están relacionadas, no hay una más importante que el otra meta”, indicó.
En cuanto al cumplimiento de las metas, Amaya, consideró que se necesita mejorar en todos los ODS, que entre los retos el más importante es la “articulación institucionalidad gubernamental”, en donde todos involucrados, puedan presentar respuestas y alternativas integral a la población salvadoreña. Otro eje a fortalecer es la transparencia y la participación ciudadana desde los gobiernos municipales y nacional, que se vincula a la rendición de cuentas.
“Recordemos, El Salvador es una economía de la periferia que recibe los embates del Cambio Climático, por el abuso del medio ambiente y aunque no lo generamos nosotros, pero nos llegan las consecuencias. Y muchos de los problemas que actualmente tenemos, ya no solo son provocados por la política salvadoreña o salvadoreños. Sino por el comportamiento de los seres humanos con el planeta y para que nos ayuden debemos estar alineados a esta agenda”, explicó. La reducción de la violencia en todas sus formas ya sea, feminicidios, desapariciones y desplazamientos forzados, serán el reto más importante para el nuevo gobierno y el Estado en su conjunto. Acciones que deberán ir acompañadas con atención, sensibilización en derechos humanos para las víctimas, Así como, la atención de las personas que trabajan en la Policía Nacional Civil (PNC) y Fuerza Armada de El Salvador (FAES). Y el más importante, el acceso a la justicia que por ahora, mantiene una relación con poderes económicos, políticos y fácticos.
Mientras, en educación que plantea el acceso a primaria para todos y todas, pre-escolar, de forma igualitaria y todos los procesos de formación, ya sea técnica o profesional, así como, el empleo decente y erradicar las disparidades en cuanto a la educación y alfabetización, Verónica Isabel Majano de CYAZO, se han ido superando, pero aún falta trabajo para universalizarlo. “El Salvador, y aclaro, es el Estado en su conjunto, no solo el gobierno se comprometen a cumplir esto, y en la administración Sánchez Cerén, con su Agenda Nacional de Desarrollo Sostenible, ha retomado esta Agenda 2030. Nosotros como MODES, hemos tomado las metas que se pueden medir y obtener datos estadísticos para evaluarlos, pero será, esta nueva administración, la que asume el 1º de junio, la que tocará superar esa meta y designar un instituto de estadística y censo, porque lo que tenemos ahora, es solo una Dirección de Estadísticas y es menor, para arreglar la información que produce el gobierno y evaluar sus procesos en beneficio de la población”, expresó.
Compromisos como la inclusión social a fin de garantizar la participación de diversas poblaciones, sectores y actores sociales, políticos y económicos, que permitan a los Pueblos Indígenas, personas LGBTI y personas con capacidades especiales, encontrar entornos a través de un “funcionariato”, más humanizado y sensible a sus demandas.
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