Por Aldo Gamboa/Washington/AFP
La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este miércoles por mayoría el envío de una misión especial a Haití para ayudar en la búsqueda de una salida a la crisis política ante la suspensión del segundo turno de las elecciones presidenciales.
El pedido de envío de una misión había sido formulado ante el Consejo Permanente de la OEA por el embajador de Haití, recipe Bocchit Edmond, sovaldi quien insistió en que se trataba de una demanda del propio presidente haitiano, Michel Martelly.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo en la sesión que «el mandato y los límites de la misión serán dados por el gobierno de Haití».
«En caso contrario, sería una injerencia que Haití no desea y nosotros tampoco», agregó.
El presidente del Consejo Permanente, Michael Sanders, señaló que el objetivo de la misión será «analizar la situación en Haití, incluyendo un diálogo con todas las partes apropiadas».
Pero la sesión concluyó sin que se divulgara la conformación de la misión ni cuándo comenzará sus actividades en Haití, el pequeño país caribeño envuelto en un nuevo torbellino político luego que los comicios del domingo se suspendieran por temor a episodios de violencia.
En tanto, la Celac -reunida este miércoles en Quito- planteó enviar a Haití una comisión de los cancilleres de Ecuador, Uruguay, Venezuela y Bahamas para informarse sobre el terreno antes de decidir si manda una misión de ayuda en la búsqueda de una salida a la crisis política en ese país.
Pedido de Martelly
Tras mas de tres horas de debate en la sede de la OEA en Washington, la decisión de enviar la misión fue adoptada sin el consenso de los 34 países miembros del ente regional.
Las delegaciones de Venezuela y Nicaragua argumentaron que apoyaban en principio la ayuda a Haití, pero que no habían recibido instrucciones específicas de sus cancillerías sobre la misión.
Además, alegaron los embajadores de esos dos países, la cuestión de una misión a Haití estaba siendo discutida entre bastidores en la cumbre de presidentes de CELAC este miércoles en Ecuador.
Luego de proclamar la aprobación de la misión, Sanders señaló que ésta «no se propone una injerencia, sino que se propone ayudar».
El Consejo Permanente de la OEA se había reunido en Washington para escuchar un informe de la Misión de Observación Electoral (MOE) sobre la situación en Haití, pero Edmond solicitó el envío de la misión alegando que se trataba «del pedido del presidente» Michel Martelly.
Agregó que Haití pide ayuda a la OEA para «preservar la institucionalidad democrática» del país más pobre del continente americano.
«El presidente Martelly dejará el gobierno el 7 de febrero. Y no tendrá a quién dejarle el mando. Tenemos 10 días» para hallar una solución, dijo Edmond en la sede de la OEA.
Optimismo para una salida
Haití debía realizar el domingo el segundo turno de las elecciones presidenciales, que ya había sido aplazadas pues inicialmente estaba prevista para el 27 de diciembre.
El candidato oficialista Jovenel Moise y el opositor Jude Célestin, resultaron los dos primeros colocados en la primera ronda del 25 de octubre.
Las autoridades electorales cancelaron la semana pasada la segunda vuelta debido a «problemas de seguridad evidentes» ante el aumento de la violencia y las protestas callejeras de la oposición, que afirma que en la primera ronda hubo un fraude para favorecer a Moise.
Célestin se negó a participar de la segunda ronda alegando que el comicio era una «farsa».
El lunes, el diplomático brasileño Celso Amorim, jefe de la misión de observación electoral de la OEA en Haití, había dicho a la AFP que se sentía «moderadamente optimista» sobre las posibilidades de un acuerdo político para hallar una salida a la crisis.
En la visión de Amorim, es fundamental garantizar la legitimidad del futuro gobierno para evitar un estallido de violencia.
«Un vacío de poder puede llevar a la violencia y se puede entrar en un círculo vicioso. Espero que podamos llegar a un consenso mínimo que permita elegir a los representantes con una legitimidad más amplia».