Por Aldo Gamboa
Washington/AFP
La Organización de Estados Americanos (OEA) abrió este miércoles una Asamblea General Extraordinaria para elegir al secretario general del organismo, shop click con el excanciller uruguayo Luis Almagro como único candidato en liza para suceder al chileno José Miguel Insulza.
El viceministro de Chile, see cure Edgardo Riveros, declaró abierta la sesión especial con la presencia de 19 cancilleres de la región, en la sede del organismo en Washington.
La OEA llega a esta coyuntura debilitada por la pérdida de protagonismo en el continente, las constantes dificultades presupuestarias y las presiones para que torne efectivas las iniciativas en favor de una reforma de su estructura.
Almagro llega con todas las barajas en su poder para salir de la reunión como nuevo Secretario General, ya que tiene el apoyo declarado de la mayoría absoluta de los países miembros, incluyendo los votos fundamentales de Brasil, Argentina, México y Estados Unidos.
Los reglamentos de la OEA permiten la presentación de una candidatura hasta el inicio de la propia Asamblea General, de forma que no se descarta que pueda surgir a una alternativa a la elección de Almagro.
Sin embargo, los países que tenían interés en lanzar un nombre al ruedo ya expresaron su apoyo al hasta hace poco jefe de la diplomacia uruguaya.
Apoyos fundamentales
Argentina y Brasil se contaron entre los primeros países a apoyar la candidatura del actual canciller uruguayo, al tiempo que México expresó su posición luego que Almagro presentó sus propuestas ante la OEA el pasado febrero.
El martes una fuente del Departamento de Estado dijo a la AFP que Washington consideraba que Almagro posee la capacidad de «conducir la Organización de Estados Americanos (OEA) en la dirección correcta durante su gestión».
De acuerdo con la fuente diplomática estadounidense, la OEA precisa de un líder «dispuesto a tomar decisiones duras que se requieren para reformar» la entidad, restaurar «su estatura en el hemisferio y tornarla más reactiva a las necesidades de los países miembros».
Estados Unidos es responsable por poco más de la mitad del presupuesto anual de la OEA, y por ello se tornó el principal defensor de una reforma del organismo para hacerla más eficiente y permitir que recupere el protagonismo que ha cedido a otros bloques políticos regionales.
Ese proceso fue lanzado formalmente a mediados de 2014 con la aprobación de la denominada Nueva Visión Estratégica, que propone esencialmente que la OEA se concentre en las tareas en que tiene experiencia acumulada, en especial en lo que se refiere a la promoción del desarrollo y consolidación de la democracia.
Asignatura pendiente
Otra gran asignatura pendiente que la OEA tiene es crear las condiciones para facilitar el retorno de Cuba, país que fue suspendido de la organización en 1962. Esa suspensión fue anulada por consenso en 2009, cerrando de esa forma uno de los capítulos de la Guerra Fría en el hemisferio.
En 2014, durante una cumbre de la CELAC en La Habana, todos los presidentes del continente marcaron su presencia -incluyendo al secretario general de la ONU y al propio Insulza-, en un mensaje claro a Washington: es necesario poner punto final a la política de aislamiento.
Cuba y Estados Unidos iniciaron en diciembre pasado un histórico proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas, en otro gesto aplaudido por todos los países del continente.
Al defender su candidatura ante la OEA, Almagro dejó claro que pretendía impulsar el «reingreso efectivo» de Cuba.
«Para ello, considero que deberíamos encontrar la forma viable y consensual para que así suceda, y Cuba pueda enriquecer con sus aportes» a la entidad, añadió.
Todas las partes alimentaban la esperanza de que Cuba y Estados Unidos puedan anunciar el restablecimiento de relaciones diplomáticas y reapertura de embajadas antes de la Cumbre de las Américas, que se realizará en abril en Panamá.
Las conversaciones entre los dos países, sin embargo, avanzan a paso firme pero a ritmo mucho más lento que el esperado.