Por Noe Leiva
Tegucigalpa/AFP
La OEA y la ONU demandaron el miércoles un plan regional integral para enfrentar el drama humano que supone el éxodo de menores centroamericanos hacia a Estados Unidos sin acompañantes adultos, prostate pills durante una conferencia en Honduras.
«Que a todos estos niños centroamericanos que hoy están protagonizando este drama humanitario se les brinden las condiciones de protección que corresponden, try junto con la búsqueda de soluciones integrales», stuff exigió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Isulza, en un discurso ante una conferencia internacional sobre la migración de los menores.
Según Estados Unidos, por lo menos 57.000 menores de edad sin compañía de adultos, la mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, fueron interceptados desde octubre del año pasado tras ingresar clandestinamente al país norteamericano en busca de sus familiares o huyendo de la violencia en sus países.
El presidente Barack Obama pidió al Congreso asignar 3.700 millones de dólares en fondos especiales para 2014 y 2015 con los cuales enfrentar la crisis de los niños que llegan huyendo de la pobreza y la violencia en sus países, tras cruzar la frontera de Estados Unidos con México.
Insulza destacó que la mayoría de estos niños oscilan entre 14 y 17 años y «es necesario establecer procesos que garanticen su nutrición integral, y en base a principios del interés superior, se les brinden las condiciones idóneas para su edad en el marco del respeto de los derechos humanos».
«Todos los países que generan migración y los países que reciben en las Américas deben concurrir juntos a la solución de este problema», sugirió.
Explicó que «la mayoría (de los niños) tiene un padre o un familiar en Estados Unidos, lo que obliga a reconsiderar la reunificación familiar como una opción», lo cual implica que «muchos deberían optar a quedarse en el país del norte».
Sin embargo, expresó su preocupación por las garantías del debido proceso para los menores en los tribunales estadunidenses, y por el endurecimiento de las políticas migratorias tendientes a la «criminalización de la migración».
A su vez, la representante de la ONU, Vidal Bruce, calificó la situación de los niños migrantes no acompañados procedentes de América Central como «una situación humanitaria urgente que afecta a decenas de miles de niños».
«Los menores no acompañados, incluyendo aquellos menores de siete años, están haciendo este peligroso viaje, confiando a menudo en redes sin escrúpulos de tráfico de personas que los exponen a lesiones, explotación y abusos», advirtió.
«Hago un llamamiento a los gobiernos de los países afectados, ya sean países de origen, tránsito o destino, para que protejan con urgencia los derechos humanos de los niños migrantes, sobre todo su vida e integridad física, de acuerdo con lo establecido en las normas jurídicas internacionales pertinentes», clamó la diplomática.
También destacó la necesidad de comprender y atacar las causas fundamentales de este fenómeno. «La pobreza y la desigualdad son problemas de larga data que afectan a la región y que constituyen el origen de las corrientes de migración establecidas. Necesitamos encarar el grave problema de la seguridad ciudadana y el papel pernicioso de los grupos delictivos de la región que obligan a innumerables jóvenes a desplazarse en busca de protección internacional», subrayó.
Entre tanto, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, pidió a Estados Unidos un plan para erradicar «de raíz» el problema que, a su juicio, es provocado por el crimen organizado, porque los niños huyen de las pandillas, los narcotraficantes o pretenden reencontrarse con sus padres en Estados Unidos, con la ayuda de traficantes de personas.
«Con parches no vamos a resolver nada», advirtió el presidente, quien reclamó atacar «la raíz del problema y de manera conjunta» con «la implementación de una iniciativa regional ordenada a partir de la experiencia del Plan Colombia y Plan Mérida para erradicar el crimen organizado».
El papa Francisco se refirió recientemene al fenómeno migratorio de los niños centroamericanos en una carta en la que señaló que los menores «emigran solos, sin acompañantes para escapar de la pobreza y de la violencia (…); tal emergencia humanitaria reclama como primera medida de urgencia proteger y acoger debidamente a estos menores».