Por Bertrand Dde Saisset
Sloviansk/AFP
El ejército ucraniano lanzó este viernes una ofensiva para recuperar la ciudad separatista prorrusa de Slaviansk (este), click sick en la que perdió dos helicópteros, que fueron derribados, y donde está retenido un equipo de observadores de la OSCE.
Las fuerzas ucranianas han perdido dos militares en el derribo de los helicópteros Mi-24, efectuado con lanzacohetes portátiles según el ministerio de Defensa.
Los servicios de seguridad indicaron poco antes que el derribo «apunta a que en el campo de operaciones hay especialistas militares extranjeros cualificados, y no sólo civiles, tal y como afirma el gobierno ruso».
Según Defensa, esto es obra de «grupos profesionales de sabotaje» y de «militares o mercenarios extranjeros».
«Es un ataque total», declaró a la AFP la portavoz de los rebeldes, que reivindican el derribo del helicóptero.
La ofensiva comenzó a las 4H30 de la mañana en Slaviansk y en la cercana localidad de Kramatorsk, puntualizó el ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov.
Los prorrusos de Slaviansk, liderados por el alcalde autoproclamado, Viacheslav Ponomarev, retienen desde hace una semana a un equipo de 11 observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), siete extranjeros y cuatro ucranianos.
De momento, las negociaciones con vistas a su liberación no han dado fruto.
Slaviansk es una de las doce ciudades del este de Ucrania bajo control de separatistas prorrusos, hostiles al poder proeuropeo instalado en Kiev tras la caída del presidente Viktor Yanukovich el 22 de febrero.
Kiev acusa de estar detrás de todo esto a Rusia, que en marzo incorporó a su territorio la península de Crimea. Moscú lo desmiente.
La situación en Ucrania y la liberación de los observadores de la OSCE ocupará buena parte de las conversaciones este viernes en la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel. Los dos dirigentes mantendrán su primera reunión cara a cara desde que comenzó la crisis ucraniana.
Servicio militar obligatorio
Considerando que la integridad territorial de Ucrania está amenazada, el presidente interino, Olexander Turchinov, reintrodujo el jueves el servicio militar obligatorio en Ucrania, para tratar de afrontar con medios más eficaces el deterioro de la situación en el oriente del país.
Poco antes, unos 300 manifestantes prorrusos tomaron por asalto en menos de una hora la fiscalía regional en Donetsk, prueba de la impotencia de las autoridades ucranianas a la hora de mantener el orden en esta provincia rebelde.
El centenar de policías antidisturbios que intentaban proteger el edificio fueron golpeados y desarmados antes de abandonar el lugar, algunos con lágrimas en los ojos, constataron periodistas de la AFP.
Según los medios locales, hombres armados y encapuchados asaltaron por la noche la fiscalía de la ciudad de Gorlivka, se llevaron los ordenadores y quemaron los sumarios en el patio del edificio.
Los rebeldes prorrusos, hostiles al poder instalado en Kiev tras la caída del presidente Viktor Yanukovich a fines de febrero, siguieron estos días extendiendo su control sobre una serie de ciudades del este de Ucrania.
En un esfuerzo por privar de argumentos a los separatistas, el gobierno interino de Kiev dijo que contempla celebrar un referéndum sobre la unidad y la descentralización del Estado en paralelo a la elección presidencial anticipada el 25 de mayo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que el jueves aprobó un plan de ayuda de 17.000 millones de dólares para Ucrania, reconoció que deberá modificarlo si Kiev pierde definitivamente algunas regiones del oriente.
Según el FMI las provincias del este como Donetsk, Lugansk o Jarkiv representan más del 21% del PIB del país y el 30% de su producción industrial.
Los 17.000 millones de dólares prometidos por el FMI, que serán desbloqueados a lo largo de dos años y están condicionados a un programa de rigor, forman parte de un plan de apoyo global de 27.000 millones, en el que también participan la Unión Europea y el Banco Mundial.
Entre las condiciones impuestas por el FMI figura una subida del 50% de las tarifas del gas a los particulares, aplicada desde el jueves. En dos años debería producirse un nuevo aumento del 40%.