Por Miguel Fernández Martínez/Damasco/PL
La ofensiva militar del ejército sirio sigue ganando terreno hoy y avanza hacia el este, prostate restableciendo nuevas posiciones, después de liberar varios poblados en las provincias de Homs y Hama, y poner en retirada a las bandas terroristas.
La víspera se recuperó la localidad de Khaldiah Dar Kabirah, en la provincia de Homs, después de fuertes enfrentamientos con bandas terroristas del grupo Frente al-Nusra y el autoproclamado Movimiento de Hombres Libres del Levante (Ahrar al-Sham).
Trascendió además que este nuevo avance del ejército contará con apoyo aéreo y el uso de la artillería, para conseguir desalojar a los grupos terroristas, y restablecer la seguridad y estabilidad en la zona.
Los portavoces castrenses explicaron que además fueron destruidos campamentos y puestos de mano de los armados en las localidades de Teir Maalah y Talbiseh, en el norte de esta central provincia.
Por su parte, la aviación rusa ejecutó ayer 33 misiones combativas, atacando a 32 posiciones rebeldes en las provincias de Idleb, Hama, Damasco, Alepo y Deir Ezzor.
Cerca de la ciudad de Ghouta oriental, a 15 kilómetros del centro de esta capital, un cazabombardero ruso Su-34 destruyó un sistema de misiles antiaéreo del tipo OSA, que los armados habían arrebatado en el pasado al ejército sirio.
Según el portavoz del alto mando ruso, la unidad coheteril estaba camuflada bajo tierra en un refugio de hormigón, y fue aniquilada con el uso de una bomba teleguiada KAB-500.
También fueron destruidos tres vehículos blindados, ocho camionetas artilladas y un lanzador de morteros.
En la provincia de Hama, a 209 kilómetros al noreste de aquí, los aviones rusos destruyeron una batería de artillería camuflada, que fue detectada por los aviones no tripulados (drones) durante un reconocimiento del área.
En la ciudad de Alepo, las unidades de la Fuerza Aeroespacial de Rusia lanzaron un ataque contra un puesto de mando del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el poblado de Kassir al-Ward, mientras que en la provincia de Idleb destruyeron una fábrica de explosivos en la ciudad de al-Atared.
Seis plataformas de artillería, un depósito de armas y municiones y tres vehículos con lanzadores de morteros acoplados fueron aniquilados en las inmediaciones de Khan Sheikhon, a 260 kilómetros al norte de esta capital, después que aviones Su-24 y Su-34 atacaran una posición fortificada.
En respuesta a la ofensiva del ejército y los ataques de la aviación rusa, integrantes del grupo Frente al-Nusra masacraron a un número indeterminado de civiles en el poblado de Teir Maalah, en la provincia de Homs, antes de huir de la ofensiva antiterrorista emprendida contra estas organizaciones.
Voceros de las fuerzas armadas confirmaron que en la mañana del jueves, los extremistas armados dispararon a mansalva contra los civiles que se encontraban en las inmediaciones de la mezquita de esta localidad, asesinando a una buena cantidad de ellos.
Esta acción fue condenada por el alto mando militar sirio, que responsabilizó a las bandas armadas de la masacre en Teir Maalah, con el fin de acusar a los uniformados de estos hechos, una de las pautas más empleadas por la campaña mediática de Occidente para desacreditar al gobierno y ejército sirios.
Los grupos takfirirtas que operan en este país árabe desde 2011, tienen un largo historial de asesinatos masivos, principalmente contra minorías étnicas y religiosas y grupos de pobladores civiles que se niegan a unirse a sus fuerzas.
Mientras esto ocurre en el frente de batalla, el presidente sirio Bashar al-Assad, recibió la víspera a Alaeddin Boroujerdi, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior en el Consejo de la Shura iraní, de visita en esta capital.
Ambos dirigentes coincidieron en la importancia de fortalecer el eje antiterrorista formado por los gobiernos de Siria, Iraq, Irán y Rusia, para enfrentar y eliminar a las organizaciones extremistas armadas que amenazan la seguridad y la estabilidad regional e internacional.
Debe estar conectado para enviar un comentario.