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Luis Ponce
@DiarioCoLatino
Roberto Suárez, secretario general adjunto de la Organización Internacional de Empleadores (OEI), visitó el país y se pronunció públicamente en defensa de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), organismo que dice sentirse acosado y vulnerado en cuanto a sus derechos por parte del Gobierno salvadoreño.
Suárez manifestó el apoyo y acompañamiento con el que cuenta la ANEP a nivel internacional desde la organización que representa. Además, anunció que en su visita activará y reforzará los mecanismos que ofrece la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las Naciones Unidas, de tal manera que sea respetada la representatividad del sector privado en las mesas tripartitas de negociación así como el cese al supuesto ataque de desprestigio que dice sufrir el sector.
Waldo Jiménez, director de asuntos económicos y sociales de la ANEP, señaló algunos de los hechos por los que dicen sentirse atacados. Uno de ellos es lo ocurrido en agosto de 2012 cuando la Asamblea Legislativa, ante la propuesta del Gobierno, decidió reformar leyes de 19 autónomas, después de esto se congeló el trabajo del Consejo Superior del Trabajo, una instancia tripartita de diálogo entre trabajadores, empleadores y gobierno.
Otro caso, según Jiménez, es el Consejo del Salario Mínimo, utilizando un instructivo ilegal para elegir al sector empleador y trabajador. Está instancia es la que logró la aprobación de un incremento significativo al salario mínimo, llegando a $300 dólares en el sector urbano y $250 dólares en el rural. La molestia de la ANEP es en cuanto a la representatividad suya en la toma de decisiones, dejan de lado el beneficio que representa este aumento para todos los empleados que sobreviven con el salario mínimo.
Jiménez acusó al Gobierno de enviar a gente a protestar frente a la ANEP porque dicen que los empresarios no pagan impuestos.
Además, señaló que los discursos de diferentes voceros cercanos a la presidencia, así como miembros del FMLN, son ataques contra la gremial.
Suárez expresó su preocupación por los supuestos actos de intimidación que sufre la empresa privada. Agregó que el caso de El Salvador será tema de discusión en la Asamblea General de la OIT en el mes de junio del presente año. Pidió establecer un diálogo social con las organizaciones empresariales “libres e independientes”, cese las supuestas agresiones y acepte la intervención de una misión de contactos directos propuestos en junio de 2016.
