@arpassv
El Presidente Salvador Sánchez Cerén sancionó las reformas a la Ley de Asocios Público Privados, a pesar de las advertencias de las organizaciones progresistas que solicitaban vetarlas para evitar una nueva oleada de privatizaciones, un mayor debilitamiento del Estado y la profundización del neoliberalismo.
El martes 9 de enero Sánchez Cerén se reunió con representantes de ASGOJU y del Foro del Agua para “escucharlos”; pero horas después sancionó las perniciosas disposiciones aprobadas por exigencia de Estados Unidos como requisito del FOMILENIO.
Las reformas privatizarán el tratamiento de las aguas residuales y establecen que deberá realizarse como Asocio Público Privado (APP) todos los proyectos gubernamentales cuyo monto sea igual o mayor a 13.5 millones de dólares, exceptuando salud, educación y seguridad pública.
Las referidas reformas fueron aprobadas por todos los grupos parlamentarios, incluido el FMLN (partido de izquierda que en el discurso se plantea antineoliberal).
Consumada la sanción presidencial, a las organizaciones progresistas y democráticas no les queda más que estar pendientes de su aplicación y luchar contra cualquier proceso de privatización impulsado bajo la figura de APP. Sobre todo porque las reformas despejan el camino para aprobar una ley de agua con enfoque privatizador.
Ante el desprestigio de las privatizaciones de los años noventa, los APP son la nueva modalidad de privatización que promueven los organismos financieros internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional) y las corporaciones transnacionales que están detrás.
Y su adopción por el Ejecutivo pone en duda el carácter antineoliberal de la izquierda gobernante. Hasta hoy los gobiernos del FMLN habían detenido el avance del neoliberalismo y fortalecido políticas sociales que mitigan sus impactos; pero los APP representan un desvío hacia la agenda neoliberal de la derecha oligárquica promovida por ARENA desde la oposición.
A los APP se suman la eliminación de subsidios y la reducción de gasto público, exigidos por la oposición arenera y el FMI que presionan al gobierno para que asuma las “políticas de austeridad” del recetario ideológico neoliberal.
Así que ojalá la izquierda salvadoreña retome la perspectiva antineoliberal y las organizaciones populares estén atentas a evitar cualquier privatización promovida como APP.