Por Laure Fillón
Madrid/AFP
Las costas de España e Italia han vuelto a convertirse en el destino de miles de inmigrantes africanos que cruzan en precarias embarcaciones el Mediterráneo en dirección a estos dos países en busca de una vida mejor.
Solo el martes, cialis mas de 900 personas, sick entre ellas 26 menores, pills incluido algún bebé, fueron rescatadas en las costas españolas, mientras que otros 1.400 inmigrantes fueron socorridos mientras intentaban llegar en peligrosas pateras a Italia.
En Tarifa, en el sur de España, los servicios de la Cruz Roja que atendían como podían a los numerosos recién llegados admitían no haber visto un alud de llegadas igual.
«En un solo día nunca lo habíamos visto hasta ahora», afirmaba el martes el portavoz Miguel García a la radio pública española.
Ante esta situación, el ministerio del Interior convocó para este miércoles una reunión de urgencia «para analizar la situación de la presión migratoria y estudiar los refuerzos para hacer frente a este fenómeno», dijo el departamento en un comunicado.
Animados por el buen estado del tiempo y las tranquilas aguas, numerosos subsaharianos huyen de la pobreza o la guerra en sus países y arriesgan sus vidas cruzando el Mediterráneo en precarias y superpobladas embarcaciones en busca de un vida mejor en Europa.
En los últimos cuatro días, casi 1.300 personas fueron rescatadas por las autoridades españolas en las aguas del estrecho de Gibraltar, donde solo 15 kilómetros de mar separan las costas marroquíes de las españolas.
Saltando la valla
Mientras aumentan las llegadas por mar, poco habituales en los últimos años, los inmigrantes siguen buscando una entrada terrestre a España a través del enclave de Melilla, al norte de Marruecos.
Más de 600 personas intentaron saltar la triple valla fronteriza que protege esta ciudad española, el día después de una tentativa similar protagonizada por otros 800 inmigrantes, de los que ochenta consiguieron entrar.
Un primer intento de asalto se produjo a las 4:45 de la madrugada, hora local, (02H45 GMT) por parte de un grupo de unas 600 personas. Una sesentena de ellas consiguieron escalar hasta arriba de la valla, donde seguían encaramados al mediodía, vigilados por las fuerzas de seguridad españolas.
Cuatro de ellos que estaban heridos pudieron descender para ser conducidos a un hospital, explicó una portavoz de la delegación del gobierno.
Otra treintena de personas trataron de acercarse a la frontera sobre las 06H25, pero fueron rechazados por la policía marroquí, añadió.
«Por desesperación»
La presión migratoria, vinculada a los conflictos que azotan África y Medio Oriente, también se hace sentir en Italia, cuya marina rescató en 24 horas el martes a 1.400 inmigrantes en plena mar.
El lunes, la marina anunció que otros 2.000 inmigrantes fueron socorridos durante el fin de semana en el canal de Sicilia, el brazo de mar que separa el norte de África de la costa meridional italiana.
Con estos rescates, el número de inmigrantes que han llegado este año a las costas del país supera los 98.000, explicó el prefecto Mario Morcone, jefe del Departamento de Libertades Civiles del Ministerio italiano del Interior.
«Se trata de personas que vienen a Italia no para hacer turismo, sino por desesperación. Muchos de ellos siguen muriendo en las travesías, pese a nuestros esfuerzos», afirmó.
El martes, Frontex, la agencia encargada de la vigilancia de fronteras de la Unión Europea (UE), reconoció un incremento excepcional de la llegada de inmigrantes a Italia durante el primer semestre de 2014, especialmente eritreos y sirios que huyen de los conflictos en sus países.
En octubre de 2013, Italia inició la operación Mare Nostrum para rescatar a los inmigrantes a bordo de precarias pateras, después de que dos naufragios provocaran más de 400 muertes en Lampedusa y Malta.
Sin embargo, tanto Roma como Madrid reclaman desde hace tiempo ayuda financiera y una política de actuación a la Unión Europea para frenar la inmigración irregular.