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Tegucigalpa/AFP
Los ombudsman de Guatemala, sildenafil El Salvador y Honduras clamaron «de forma vehemente» a Estados Unidos que «cumpla con las obligaciones» de respetar los derechos de los miles de niños migrantes no acompañados que han provocado una crisis humanitaria a ese país.
Los procuradores de Derechos Humanos Ernesto Morales Cruz (El Salvador), Jorge De León Duque (Guatemala) y Roberto Herrera Cáceres (Honduras) firmaron una declaración en el marco de la Conferencia Internacional sobre Migración, Niñez y Familia, en un hotel de Tegucigalpa.
«Abogamos de forma vehemente para que en el marco de la legislación vigente en los Estados Unidos se cumpla con las obligaciones imperativas que derivan del respeto efectivo del principio universal relativo al interés superior del niño», afirmaron en la declaración.
La conferencia finalizará este jueves probablemente con el anuncio de un «plan de acción» para la atención de los niños no acompañados y el combate y prevención de la migración de los tres países del llamado triángulo norte de Centroamérica hacia Estados Unidos.
«Constatamos el incremento de niñas, niños y adolescentes migrantes detenidos en la frontera sur de Estados Unidos que, de acuerdo a datos reportados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, asciende a 47.017 hasta mayo del presente año, siendo en la gran mayoría de El Salvador (9.850), Guatemala (11.479) y Honduras (13.282)» detallaron.
Según Estados Unidos, por lo menos 57.000 menores de edad sin compañía de adultos, la mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, fueron interceptados desde octubre del año pasado tras emigrar clandestinamente en busca de sus familiares o huyendo de la violencia en sus países.
Los procuradores denunciaron que «la migración ha generado una crisis humanitaria con respecto a la atención y protección a esa niñez (…) que atenta contra su dignidad y sus derechos humanos» y que les obliga a sufrir en Estados Unidos «abusos físicos y psicológicos, acceso insuficiente a comida y agua, hacinamiento y condiciones insalubres en celdas y centros de detención migratoria».
