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OMC Y TLC: un marco de inserción desfavorable, para El Salvador, en la economía mundial

Tomado de Carta Económica
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Las estrategia de los Estados Unidos de Norteamérica e Inglaterra de los años 70, site de abrir las economías de los países en el marco mundial, hospital para dejar atrás el proteccionismo y poder así refuncionalizar la economía capitalista que estaba en una profunda crisis de sobreproducción, look marca el inicio de una nueva estrategia de la Globalización del Capitalismo que va más allá del comercio y que en una lectura más completa le llamamos mundialización del Sistema Capitalista por significar un rediseño mundial del funcionamiento de cada una de las economías en el marco teórico e instrumental del neoliberalismo, a partir de imponer la ideología capitalista neoliberal (el libre mercado, libre competencia, la transformación en mercancía de todos los bienes y servicios que requieren los pueblos, la ineficiencia del Estado y la eficiencia de la empresa privada, la privatización, el individualismo, la suma de las felicidades individuales genera la suma de la totalidad, la eliminación del concepto y lucha de clases, la fragmentación de las reivindicaciones de las minorías, la democracia ¨burguesa”,etc.),  las relaciones sociales de producción capitalista y el rediseño de los sistemas políticos y de los Estados, para que estén al servicio del capital dominado por las transnacionales de la Economía de los Estados Unidos de Norteamérica en alianza con el capital inglés y europeo.

En esta estrategia se incorpora no sólo el tema de la apertura de las economías en cuanto al comercio, la inversión y el control de los recursos naturales y crear los paraísos  laborales y fiscales para sus transnacionales, sino igual, abrir el sistema monetario hacia una economía financiera mundial manejada por los grandes centros financieros de los Estados Unidos, Inglaterra, Europa y Japón. Esta búsqueda de refuncionalizar  el capitalismo a nivel mundial está acompañado por la lucha ideológica contra el comunismo y todo tipo de poder que no se circunscriba al esquema de la democracia burguesa capitalista. La mundialización del capitalismo y la globalización de las transnacionales enmarcan esta estrategia, teniendo como modelo teórico e instrumental el regreso del liberalismo, con el nombre del Neoliberalismo, buscando  recapitalizar las grandes empresas transnacionales a partir de la privatización de las empresas públicas y los servicios públicos en el seno de las economías desarrolladas como en las economías subdesarrolladas; abrirle sin restricciones el acceso a los mercados de bienes y servicios de todas las economías del mundo; garantizar las inversiones de las transnacionales de forma tal que después de haber ocupado los mercados, entraran al control directo de los recursos naturales de los países, se tomaran las estructuras productivas más desarrolladas, así como los sistemas financieros y las estructuras de los comercios nacionales; garantizar la propiedad intelectual, establecer paraísos financieros, fiscales y laborales sin la intervención de los estados nacionales, regulándolos desde los organismos internacionales como el FMI, OMC, Banco Mundial, etc.

El dominio de la economía de los Estados Unidos de Norte América sobre la economía mundial, después del desplazamiento de Inglaterra, se da de manera determinante después de la Segunda Guerra Mundial, con la creación de las Naciones Unidas. En cuanto al control del comercio mundial y todo lo que éste implica, se  abre todo un proceso de negociaciones y acuerdos que van desde el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio)  hasta la Ronda del Uruguay donde se sustituye el GATT por la OMC, y luego se continua con la Conferencia de Marrakech donde se firman todos los acuerdos alcanzado en la finalización de la Ronda del Uruguay, es decir, a la institucionalización de la actual Organización Mundial de Comercio (OMC), todo este proceso se consigue en el marco de IX conferencias entre  1947 y 1994, un total de 47 años, en los cuales se aprueba todo el esquema mundial de sometimiento de las economías del globo terrestre a los intereses de las grandes transnacionales. Este esquema aunque logra los grandes intereses de las economías de los países desarrollados, si genera problemas a las grandes economías, debido a que las decisiones se toman por mayoría y no existe como en las Naciones Unidas el derecho de veto de los Estados Unidos o Europa.

En el Anexo número I, se hace un breve recorrido de 56 años de negociaciones sobre la organización del comercio mundial, no sólo de mercancías sino igual de los servicios, los recursos financieros, propiedad intelectual, así como de hecho del control de los recursos naturales, mercados laborales, paraísos fiscales, resguardo del capital e intereses de las transnacionales dominantes de los países ricos, la reorganización de los Estados y de hecho hasta la organización de los sistemas políticos en el entorno del sistema capitalista. En este proceso se suceden  XIII rondas internacionales, las cuales se pueden constatar en el Anexo I, con un brevísimo recorrido mencionando los temas transparentados en las agendas, así como los países que se fueron incorporando en dicho proceso. Es importante mencionar que de manera colateral en el Marco de las Naciones Unidas se van organizando los instrumentos complementarios para el control de las economías de parte de las empresas transnacionales, y cuando el marco de estas negociaciones les empiezan a poner obstáculos en su absolutismo, en cuanto a que querer comprometer a todos los países a velar fundamentalmente por los intereses de las transnacionales y las economías de Estados Unidos de Norteamérica y Europa, los norteamericanos acuden a formar alternativas como son los Tratados de Libre Comercio, tema que en América Latina inicia con la intención de firmar el ALCA. Posteriormente a parte de los Estados Unidos de Norteamérica el tema de los TLC se  vuelven una dinámica paralela a la OMC.

Entender esta dinámica de la economía mundial es determinante para poder comprender el comportamiento de la balanza de pagos y la balanza comercial en nuestro país, en el desarrollo del  modelo neoliberal implementado, en nuestro país desde los años noventa, modelo que tiene como eje central el  comercio internacional, ante el diagnóstico de sus teóricos, del carácter estructural del débil mercado interno, que buscan corregir a través de reformas estructurales, que estarían en la lógica neoliberal de transferir capital al sector privado inversionista, esto acompañado de la premisa que con el fomento de las exportaciones (Plan de gobierno de Cristiani), lo generaría  empleo y riqueza y en el marco de la teoría del rebalse, se activaría el mercado interno a partir de un proceso agresivo  de inversiones, el desarrollo de nuevas fuerzas productivas dejando atrás la agricultura y además la creación masiva de trabajo; esto como ya han tenido que reconocer el FMI, la CEPAL y el Banco Mundial,  no llego más que hacer un goteo de limosnas, incapaz de activar las economías desde sus mercados y la transformación prematura de nuestras economías en una economía de servicios que funcionan al final de las cadenas del capital transnacional y que por lo tanto no han generado, más bien han destruido, las fuerzas productivas del país en la agricultura, industria, que se desarrollaron en el marco del modelo agroexportador y el modelo de sustitución de importaciones en el sector industrial,  generando en sí un modelo de maquila en los diferentes sectores industriales que sobrevivieron, en el área textil, en los servicios.

En ese marco histórico es que los problemas estructurales, con 30 acuerdos bilaterales de comercio e inversión en la década de los años noventa y  la inauguración del Siglo XXI con la dolarización y los Tratados de Libre Comercio, se profundizó la desventaja competitiva de nuestro aparato productivo y se introdujo en la balanza comercial una dinámica contrapuesta de lento crecimiento de nuestras exportaciones y de un rapidísimo crecimiento de las importaciones, como lo analizaremos a continuación, dicho de paso, es otro contraste vigoroso que desmiente el crecimiento del PIB a partir de 2005, divulgado por el Estado, es más las autoridades del Banco Central de Reserva han reconocido que el PIB de nuestro país está sobre estimado, se ha hablado que éste es inferior a los $20,000 millones, es decir, una sobre valoración del 20% ó 15% del valor del PIB oficial.

Por otra parte, la firma de estos tratados se ha convertido en el principal mecanismo de los organismos internacionales, FMI, BM, BID y OMC, en beneficio de los Estados Unidos, así imponen la estrategia de la apertura económica, ante la falta del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), este mega convenio tenía que haber entrado en vigencia a partir de 2005 y que algunos países de Sur América lo impidieron, principalmente Brasil y Argentina, en la actualidad, en forma alterna, algunos gobiernos de Latinoamérica siguen la estrategia de los TLC. Los gobiernos salvadoreños han seguido las “indicaciones” de promoverlos sin considerar las asimetrías de las condiciones territoriales y las estructuras económico–sociales del país, prevalece el sometimiento a ideas foráneas sin medir las consecuencias internas, el país se ha convertido así en un espacio geopolítico que utilizando los mecanismos legales, leyes aprobadas en la Asamblea Legislativa, ha hecho presión para que El Salvador se convierta en una región proclive a las transnacionales, la dolarización y promueva, el Forzar a una integración de la región desde los intereses del gran capital nacional y transnacional que es quien maneja los mercados de bienes, servicios y capital (Financieros). Toda esta estrategia para los objetivos hasta ahora fracasados de:

Generar empleo, atracción de inversiones extranjeras productivas y generar oportunidades para exportar para todos los salvadoreños.

El Salvador ha entrado en una vorágine de firmas de TLCs, que hasta ahora totalizan 8 tratados que enumeramos a continuación:

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