GINEBRA/Xinhua
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la bienvenida el miércoles a los resultados positivos obtenidos con la dexametasona en el tratamiento de la COVID-19, pero advirtió que el medicamento no debe ser utilizado en casos leves ni para fines de prevención. En una conferencia de prensa virtual, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ofreció sus felicitaciones por los resultados iniciales obtenidos con la prueba Recovery en Reino Unido, los cuales apuntan a que la dexametasona, un esteroide común, tuvo un efecto benéfico en los pacientes gravemente enfermos de COVID-19.
Para los pacientes con respiradores, el tratamiento demostró reducir la mortalidad en cerca de un tercio, y en los pacientes que sólo requerían oxígeno, la mortalidad se redujo en cerca de un quinto, se indicó en los hallazgos preliminares recibidos por la OMS.
“Esta es una noticia muy bienvenida para los pacientes con enfermedad grave”, dijo el jefe de la OMS, “pero la dexametasona no demostró tener ningún efecto beneficioso en el caso de personas con una enfermedad más leve que no requirieron apoyo respiratorio”.
Haciendo eco de la advertencia del director general de la OMS, Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la organización, hizo énfasis en que la dexametasona es “un medicamento antiinflamatorio muy potente” que debe ser usado bajo supervisión médica.
“De hecho, los esteroides, en particular los esteroides potentes, pueden asociarse con la replicación viral. En otras palabras, pueden de hecho facilitar la división y replicación de los virus en el cuerpo humano”, dijo Ryan.
“No es un tratamiento para el virus en sí. No es una prevención del virus”, agregó. “Es excepcionalmente importante en este caso que este medicamento sea reservado para su uso en personas gravemente enfermas”.
De acuerdo con Ryan, aunque son significativas, las conclusiones de Reino Unido “son todavía sólo datos preliminares de un estudio” y la OMS necesita ver la información final antes de actualizar las directrices clínicas y de apoyar a los países para que tengan acceso al medicamento y lo utilicen de la manera más apropiada posible.