Santiago/AFP
Paulina Abramovich
Once países firmaron el jueves en Santiago un nuevo Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), considerado el mayor pacto de libre comercio actualmente en curso, con la ausencia de Estados Unidos.
Cancilleres o titulares de Comercio de Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam firmaron el acuerdo, ahora llamado Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, en inglés), que crea un mercado de 498 millones de personas que representa cerca del 15% del comercio mundial.
La firma del acuerdo es «un mensaje político significativo de la región Asia-Pacífico al resto del mundo», dijo el anfitrión, el canciller chileno Heraldo Muñoz, al lado de la presidenta Michelle Bachelet, que el domingo entrega el poder al conservador Sebastián Piñera.
Aunque inicialmente la decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos parecía la muerte del tratado, un año después los once países restantes han dado una fuerte señal en favor del libre comercio.
«El comercio internacional está muy vivo, a diferencia de lo que algunos creen», había dicho poco antes Muñoz, en referencia a los anuncios de Trump sobre imponer aranceles al acero y el aluminio que amenazan con desatar una guerra comercial.
No obstante, recordó que aunque el comercio abierto es fundamental, «tiene que llegar a todos y tiene que tener la capacidad de ayudar a combatir la desigualdad y la pobreza», aseguró de su lado el canciller anfitrión.
Para el ministro de Comercio de Canadá, François-Philippe Champagne aseguró: «Estamos muy orgullosos (…) de demostrar al mundo que el comercio progresivo es el camino a seguir».
El nuevo acuerdo excluye 20 disposiciones del pacto original, en su mayoría relacionadas con la propiedad intelectual que impuso Estados Unidos y que habían generado un fuerte rechazo en la sociedad civil.
Si con Estados Unidos abarcaba el 40% de la economía mundial, la salida del principal socio comercial redujo el alcance a alrededor del 15 y 18%.
Cuando entre en vigor el acuerdo -sesenta días después de que sea ratificado por el 50% de los firmantes-, eliminará entre 65% y 100% del universo arancelario de los países miembros.
Suicidio
Concebido por la anterior administración de Barack Obama como contrapeso a la creciente influencia de China, su salida dejó a Estados Unidos en una difícil posición en la región Asia Pacífico.
Su firma va a tener «una consecuencia grande para los Estados Unidos. Es una suerte de suicidio de este país», comentó a la AFP Fernando Estenssoro, director del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile.
La ausencia de Estados Unidos deja la vía libre a China, el otro gigante del comercio mundial que no participa en este pacto, pero que negocia su propio acuerdo comercial en la región Asia Pacífico con un buen número de países asiáticos, además de Nueva Zelanda.
«Once países, todos unidos y trabajando en conjunto, negocian mucho mejor con China que un solo país», dice Estenssoro.
«Y si Estados Unidos quiere negociar con este grupo, es este grupo el que va a tener las principales cartas bajo la manga», agregó aludiendo a las declaraciones de la administración de Trump sobre un posible reingreso al TPP.
Beneficios
Los tres países latinoamericanos del acuerdo -Chile, Perú y México- que ya cuentan con múltiples TLCs con las naciones del Asia Pacífico, incrementarán con este acuerdo aún más sus ventajas comerciales en esos mercados.
Chile, que destina el 17% del total de sus exportaciones a las economías del CPTPP, mejorará especialmente su acceso a Japón, Canadá, Malasia y Vietnam. México y Perú incrementarán por su parte el acceso a países como Vietnam y Malasia.
«El que México tenga más opciones para diversificar su comercio sin duda es bueno. Se abren otras puertas a su ya de por sí amplia red de tratados (comerciales)», dijo a la AFP Hugo Perezcano, investigador del Centro para la Innovación en Gobernabilidad Internacional en Canadá.
México, que destina a Estados Unidos el 80% de sus exportaciones, renegocia en estos momentos con dificultades el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá.
A nivel general, el CPTPP contempla un mayor acceso a mercados, ventajas en áreas como servicios e inversiones, ambientales y laborales, comercio electrónico y compras públicas. Incorpora, además, nuevas temáticas en materia de pymes, género, anticorrupción, competitividad, empresas del Estado, desarrollo y coherencia regulatoria.
El CPTPP «establecerá un nuevo estándar para otros acuerdos de integración económica regional, e incluso para futuras negociaciones en la OMC (Organización Mundial del Comercio) y en la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico)», según la cancillería chilena.
En la antesala de la firma del CPTPP, Chile, Canadá y Nueva Zelanda firmaron por su parte sendos acuerdos para asegurar los beneficios de la liberalización del comercio a sus ciudadanos y reforzar los mecanismos de solución de controversia de inversionistas con el Estado.