De tal forma, se refieren a las acusaciones de un supuesto fraude que esgrime el mandatario saliente Donald Trump, y que ya fueron desestimadas por autoridades judiciales y estatales.
Entre los senadores que defienden esta maniobra está Ted Cruz (Texas), Ron Johnson (Wisconsin), James Lankford (Oklahoma), Steve Daines (Montana), John Kennedy (Luisiana), Marsha Blackburn (Tennessee) y Mike Braun (Indiana).
Además de los senadores electos Cynthia Lummis (Wyoming), Roger Marshall (Kansas), Bill Hagerty (Tennessee) y Tommy Tuberville (Alabama).
Según indican analistas, una eventual objeción del Congreso el próximo 6 de enero no cambiará la victoria de Biden, pero sirve para situar a posibles candidatos de cara a las elecciones de mitad de mandato del año 2022 e incluso para las presidenciales de 2024.
La oposición de algunos senadores republicanos posibilitaría forzar un voto referido al resultado de las elecciones.
Aunque para invalidar el resultado en uno o varios estados, tendría que superarse una votación de ambas cámaras del Congreso, el Senado y la Cámara baja, esta última controlada por los demócratas.
El anuncio de este sábado, se suma al ya realizado esta semana por Josh Hawley, primer senador republicano en comunicar que desafiaría la victoria de Biden y apoyaría a Trump, quien no reconoce su derrota y alega sin pruebas que hubo fraude.
La sesión del 6 de enero en el Congreso estadounidense es el último paso en el proceso de certificación del resultado electoral y asegurar la llegada al poder de Biden, el 20 de enero.
Tras las elecciones del 3 de noviembre, el gobernante republicano insiste en interferir en el resultado de las elecciones, ha presentado decenas de demandas fallidas y también presiona a funcionarios estatales.
Pero el líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell ya reconoció al demócrata como presidente electo, luego de la confirmación del Colegio Electoral el pasado 14 de diciembre.