Bonn/AFP
El año 2017 será el más cálido registrado en ausencia del fenómeno meteorológico El Niño desde el inicio de los registros, informó la Organización Meteorológica Mundial en un informe publicado coincidiendo con la 23ª Conferencia de la ONU sobre el Clima.
«Los tres últimos años son los más cálidos que se hayan registrado nunca y se inscriben en la tendencia del calentamiento a largo plazo del planeta», subrayó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, en un comunicado difundido en Bonn.
Bajo los efectos de El Niño, 2016 debería conservar su marca de año más caluroso, mientras que los años 2015, que también registró ese fenómeno meteorológico, y 2017 se disputan el segundo y tercer lugar. El Niño afecta cada tres a siete años las temperaturas, las corrientes y las precipitaciones.
El periodo de 2013 a 2017 podría finalmente ser considerado como el más caluroso jamás registrado, indica la agencia de la ONU en este balance provisorio.
El año 2017 estuvo marcado por fenómenos climáticos extremos, huracanes de una intensidad inédita en el Caribe y en el Atlántico, temperaturas de más de 50ºC en Asia, sequías en Africa.
«Muchos de estos fenómenos –los estudios científicos detallados revelarán la cifra exacta– tienen indiscutiblemente la marca de un cambio climático causado por el aumento de la concentración de gases con efecto invernadero generados por las actividades humanas», señaló Taalas.
En Bonn, los representantes de 196 países deben ponerse de acuerdo sobre las reglas de implementación del Acuerdo de París, que busca contener el calentamiento por debajo de 2ºC con respecto a la era preindustrial. Según varios estudios, los compromisos actuales de los países que firmaron el acuerdo son insuficientes.
Las proyecciones a largo plazo van todas en la mala dirección, subraya la OMM. Las concentraciones en la atmósfera de los principales gases con efecto invernadero continúan aumentando.
En relación a los niveles de 1750, la concentración de CO2 y de metano es 1,5 y 2,5 veces superior.
El alza del nivel del mar y la acidificación de los océanos, entre otros indicadores del cambio climático, continúan.
«El océano absorbe hasta 30% de las emisiones anuales de CO2 producidas por el hombre», indica la OMM. «Pero ello tiene un costo», para el coral, la acuicultura, la química elemental del mar.
La extensión de la banquisa del Ártico sigue siendo inferior a la norma mientras que en la Antártida, la banquisa, estable anteriormente, registraba un mínimo récord o casi récord, agrega el OMM.
«Esto echa luz sobre la amenaza creciente que pesa sobre la población, la economía de los países e incluso los mecanismos de la vida en la Tierra, si nuestra acción no llega a estar a la altura de los objetivos del Acuerdo de París», subraya Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
La COP23 «servirá como trampolín a todos los países y sectores de la sociedad, a quienes se les pedirá que revisen al alza sus ambiciones para el clima», agregó.