Por Mauricio Rabuffetti
Montevideo/AFP
América Latina sale de una década de avance económico y se sumerge en un período de retracción que amenaza algunos de los logros alcanzados en materia de igualdad entre hombres y mujeres, illness advirtió un panel de expertas en Montevideo.
«Venimos saliendo en la región de una década larga de prosperidad con resultados insuficientes, online sin embargo, here desde el punto de vista de las mujeres», advirtió Lara Blanco, directora regional adjunta para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres.
Como ejemplo, señaló que la tasa promedio de desempleo de mujeres en la región es tres puntos superior a la de los hombres.
Blanco advirtió además que en un contexto de retracción de las economías regionales tras un período de fuerte crecimiento, se corre el «riesgo de perder logros sociales que son importantes para las mujeres».
La funcionaria participó en Montevideo del evento «Igualdad de Género: avances y desafíos de Uruguay en perspectiva regional», junto a la directora del Instituto Nacional de las Mujeres de Uruguay (Inmujeres), Mariella Mazzotti, y la coordinadora residente de la ONU en Uruguay, Denise Cook.
Violencia alarmante en Centroamérica
«Los esfuerzos que se han hecho (en América Latina y el Caribe) para reducir la violencia contra las mujeres no han sido exitosos aunque han sido grandes», reflexionó Blanco.
La representante de ONU se refirió en particular a la situación del llamado «triángulo norte» de Centroamérica, constituido por Honduras, Guatemala y El Salvador.
«La situación del triángulo norte de Centroamérica es cada vez más alarmante», sostuvo, con múltiples casos de violencia y de control sobre la vida de las mujeres.
La funcionaria llamó a «acelerar esfuerzos por la igualdad» en la región y sostuvo que es «indispensable cambiar la escala de inversiones para poner freno a la violencia contra las mujeres».
Según los últimos datos disponibles en el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), la tasa de homicidios de mujeres a manos de su pareja o expareja en América Latina, el Caribe, España y Portugal, tiene su máximo en números absolutos en Colombia con 145, y su tasa más elevada en Surinam, con 2,61 asesinatos cada 100.000 mujeres.
El informe de Cepal es configurado a partir de datos oficiales y estudios académicos que reúnen los últimos resultados en cada país y no establece un período de tiempo específico.
Desigualdad en política
Mazzotti, señaló que en Uruguay «a pesar de avances legislativos, la realidad cotidiana tiene déficits importantes» en materia de igualdad entre hombres y mujeres, y se refirió en particular a la «distribución del poder».
Sostuvo que tanto en el ámbito privado como en el público se producen dificultades en el acceso de las mujeres a cargos de toma de decisiones, y puso como ejemplo al Congreso local.
Según datos de Naciones Unidas, las mujeres tienen 21,8% de los escaños parlamentarios en el mundo.
Mazzotti también se refirió a los altos índices de violencia doméstica que se registran en el país, que lleva estadísticas pormenorizadas y despliega campañas para reducir este flagelo.
«Para las mujeres uruguayas la casa, el hogar (…) es el lugar más peligroso», ejemplificó.
Blanco recordó que siete de cada diez mujeres uruguayas de más de 15 años declaran haber sido víctimas de «violencia basada en género» en algún momento de su vida.
Uruguay aprobó en los últimos años un cuerpo normativo para fortalecer los derechos de las mujeres, en particular una ley, promulgada en 2012, que permite el aborto por la sola voluntad de la mujer.