Naciones Unidas / Prensa Latina
La posición de Naciones Unidas sobre la creación de dos Estados para solucionar el conflicto en Palestina continúa invariable frente al controvertido plan de paz para el Medio Oriente presentado por Washington.
En respuesta al proyecto divulgado la víspera por el presidente estadounidense, Donald Trump; y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la ONU reafirmó que la postura valida ya está definida por resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General.
Así indica un comunicado de la oficina del portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, el cual resalta que el organismo multilateral seguirá apoyando a los palestinos e israelíes para resolver el conflicto.
Todo ello sobre la base de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, el derecho internacional y los acuerdos bilaterales y la realización de la visión de dos Estados: Israel y Palestina, que puedan convivir en paz y seguridad.
El plan de Trump, el cual insiste en presentar como Acuerdo del Siglo, fue rechazado por Palestina, la ONU y la mayoría de la comunidad internacional, que aboga por la solución de dos Estados.
Analistas internacionales y diversos expertos en el tema destacan que la aplicación del plan de Trump daría al traste con la solución de dos Estados, defendida por Naciones Unidas.
La iniciativa presentada la víspera prioriza los intereses judíos sobre los palestinos, y recompensa e incluso incentiva los asentamientos y el posterior despojo de los palestinos.
De hecho, Netanyahu ya anunció que Israel se moverá rápidamente para aplicar su ley (equivalente a la anexión) al valle del Jordán en Cisjordania y a todos los asentamientos judíos en el territorio ocupado.
Con esto se consumaría parte de la política de un solo Estado que promueven los sectores más reaccionarios en Washington y Tel Aviv.
El llamado Acuerdo del Siglo establece que Israel tiene control íntegro de Jerusalén, según anunció el presidente norteamericano, con cuyo Gobierno los palestinos suspendieron los contactos tras su decisión a finales de 2017 de reconocer como capital israelí a esa ciudad de gran importancia para ambas partes.
Dada la esperada oposición palestina, diversas fuentes ven el plan norteamericano para el Medio Oriente como una jugada política destinada a favorecer a Netanyahu antes de las elecciones del 2 de marzo.
En sentido general, se aprecia como un movimiento dirigido a beneficiar a ambos líderes, cuando enfrentan acusaciones en sus respectivos países.