Naciones Unidas / AFP
Los Nobel de la Paz Denis Mukwege y Nadia Murad pidieron el martes al Consejo de Seguridad de la ONU garantizar la justicia a las víctimas de violencia sexual en conflictos armados, poco antes de que el órgano adoptara una resolución sobre el tema en gran parte vaciada de contenido por Estados Unidos y Rusia.
Tras un intenso debate sobre la violencia contra las mujeres y cambios de último minuto al texto presentado por Alemania, la resolución fue aprobada con el voto de trece países; Rusia y China se abstuvieron.
Moscú y Pekín dijeron que querían combatir la violencia sexual en los conflictos, pero denunciaron «interpretaciones laxas» en el texto y una lucha «manipulada» para crear nuevas estructuras de la ONU.
En declaraciones al Consejo antes de la votación, el congoleño Mukwege y la yazidí Murad criticaron la inacción de la comunidad internacional.
«Ni una sola persona ha sido llevada a la justicia por esclavitud sexual», denunció Nadia Murad al recordar a su comunidad destruida por el grupo yihadista Estado Islámico en Irak y Siria. «Las esperanzas de una generación han sido destruidas», añadió refiriéndose al «fracaso colectivo» de la comunidad internacional.
«Pronunciamos discursos en la ONU pero no se adoptan medidas concretas» en el ámbito de la justicia y «no se ha hecho nada», insistió.
«¿Qué espera la comunidad internacional para dar justicia a las víctimas?», cuestionó también Denis Mukwege, en demanda del establecimiento de tribunales nacionales destinados a juzgar a los culpables de violencia sexual en los conflictos.
La abogada de Nadia Murad y de otras víctimas yazidíes, Amal Clooney, también deploró la debilidad de la respuesta internacional. Acusó a Estados Unidos y Rusia de oponerse a la creación de una justicia internacional contra esos delitos.
Recordó al Consejo de Seguridad que en los casos de Sierra Leona, Camboya, Ruanda, Bosnia y Nuremberg se ha hecho justicia.
«Si no actuamos ahora, será demasiado tarde», añadió recordando la actual detención de miles de combatientes del Estados Islámico.
«Enfrentamos una epidemia de violencia sexual» y «la justicia es el antídoto», insistió la abogada.
Al principio, el proyecto de texto alemán quería establecer un grupo de trabajo formal, y un «mecanismo» para ayudar a llevar a los culpables ante la justicia y desarrollar la protección de víctimas en el reconocimiento de sus derechos en materia sexual y reproductiva.
Rusia, China y Estados Unidos se oponen a la creación de un «mecanismo» de justicia, mientras que el grupo de trabajo fue eliminado y Washington amenazó con imponer el veto si se hacía referencia a los derechos reproductivos, por considerar que alentaba el aborto.
Francia denunció abiertamente la postura estadounidense.
«Estamos consternados por el hecho que un Estado haya exigido el retiro de la referencia de salud sexual y reproductiva que, sin embargo, había sido acordada» en resoluciones anteriores en 2009 y 2013, dijo el embajador francés François Delattre.