Por Mariano Andrade/Naciones Unidas/AFP
La situación de los millones de refugiados que llegan a Europa está en el centro de la escena el+ miércoles en la ONU, troche clinic con una reunión que tratará las crisis migratorias tras el anuncio de una millonaria donación para que sus agencias ayuden a los desplazados sirios.
El encuentro en Nueva York será presidido por el secretario general de la ONU, unhealthy shop Ban Ki-moon, ask al margen de la Asamblea General, en cuyo tercer día intervendrán del lado latinoamericano los presidentes de Panamá, Costa Rica y Nicaragua.
De su lado, Rusia presidía una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre contraterrorismo, tras el anuncio de su primer bombardeo en Siria, y la bandera palestina será izada por primera vez en la sede de la organización, en un fuerte hecho simbólico.
Luego de que Ban Ki-moon pidiese el lunes a Europa «hacer más» para ayudar a los millones de refugiados que llegan a sus tierras procedentes de Medio Oriente y África, la reunión del miércoles busca definir un «enfoque global» de las crisis migratorias.
La ONU trata de ayudar a unos 60 millones de desplazados por los conflictos, el mayor número desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Cuatro millones huyeron de la guerra en Siria, con varios cientos de miles tratando de ingresar a países de la Unión Europea para rehacer sus vidas.
Pero tanto Europa como la comunidad internacional está lejos de mostrarse unida sobre el tema y se espera que el primer ministro húngaro Viktor Orban defienda su muy criticada línea dura y proponga la introducción de «cuotas mundiales» para la distribución de refugiados.
Tras el inicio de la masiva llegada de refugiados a Europa, Hungría instaló una alambrada de 175 kilómetros a lo largo de su frontera con Serbia y ha comenzado a cerrar también los 41 kilómetros de su frontera verde -no bordeada por el río Drava- con Croacia.
Los refugiados «no deben estar únicamente a cargo de Europa», dijo el martes el canciller húngaro Peter Szijjarto, cuyo país quiere una fuerza europea destinada a impedir el desembarco en Grecia de migrantes procedentes de Turquía.
Ayuda de G7 y países del Golfo
El G7, que reúne a las economías más desarrolladas del mundo, y algunos Estados del Golfo Pérsico prometieron el martes entregar 1.800 millones de dólares a agencias de la ONU que ayudan a los refugiados sirios.
«Hemos acordado entregar juntos 1.800 millones de dólares a organismos de Naciones Unidas encargados de la ayuda internacional, en especial para la agencia que se ocupa de los refugiados y el Programa Mundial de Alimentos», declaró el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier.
El compromiso llegó después de que Ban comunicara a los líderes mundiales en la apertura de la Asamblea General que las agencias de ayuda humanitaria del organismo internacional están «quebradas».
De su lado, Japón prometió la entrega de 1.560 millones de dólares para ayudar a los refugiados de Siria e Irak y para respaldar los esfuerzos de paz en Medio Oriente y África.
Sigue el flujo a Europa
En los Balcanes y Europa Central el flujo de migrantes no cesa. Más de 6.600 personas entraron en Hungría el martes desde Croacia y una decena de autobuses transportaron refugiados al puesto fronterizo de Beremend, según periodistas de la AFP.
En Beremend, y en el paso fronterizo de Letenye más al oeste, las autoridades húngaras instalaban el miércoles contenedores destinados a materializar las futuras «zonas de tránsito» en las que el país piensa examinar en el futuro las demandas de asilo sin permitir que los migrantes entren formalmente en su territorio.
De su lado, Italia desmanteló el miércoles un campamento de migrantes en la frontera franco-italiana y Alemania, principal país de destino de los migrantes, adoptó el martes un endurecimiento de las reglas para ciertas categorías de demandantes de asilo.
Un total de 520.957 migrantes y refugiados llegaron a Europa cruzando el Mediterráneo en lo que va de año, según cifras actualizadas el miércoles por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
De esa cifra, casi 383.000 desembarcaron en Grecia y el resto en Italia. Cerca de 3.000 migrantes murieron o desaparecieron durante la travesía, según el Acnur.