César Ramírez
@caralvasalvador
Es notorio el deterioro de la imagen nacional e internacional de la Administración Bukele, debido a su mala conducción de la crisis en salud por el COVID-19.
La cascada de errores con medidas precipitadas, sin escuchar las opiniones de médicos, académicos, especialistas etc. Además de la exclusión de partidos políticos, creó la imagen de un presidente y su gabinete de ministros en solitario, sus declaraciones de odio hacia la oposición se han forjado a lo largo de sus once meses de Gobierno, con el cálculo político que sus acciones unilaterales les otorgaría enorme éxito electoral en el 2021, así ha sido el panorama desde junio de 2019 pero once meses después la nación camina al borde del precipicio de la crisis institucional.
El aislamiento del Gobierno ha llegado a tal extremo que confronta con la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia, mientras el endeudamiento público por créditos aprobados ronda los $10,000 millones una cantidad jamás imaginada.
En recientes publicaciones 19/MAY/2020 forbescentroamérica.com destaca la noticia: “ONU pide a gobierno salvadoreño respeto a la ley y proporción contra la pandemia”, la nota es una referencia a la constante confrontación entre instituciones de la República que no pasa desapercibida por las naciones democráticas del mundo.
Es notorio que el Gobierno salvadoreño niega espacio para negociar con la oposición política, mientras crea un panorama de división nacional, negando la representación del presidente de ANEP (gremial empresarial), reconociendo sindicatos ilegales, usurpando funciones que corresponden a la Asamblea Legislativa, implementando cuarentenas y centros de contención improvisados que favorecen el contagio de COVID-19, mientras su discurso de odio e insultos en contra opositores es usual en redes sociales, etc. Por ese aspecto la calificadora de riesgo Fitch Rating indica que los bonos salvadoreños son categoría “C”, “bonos basura”; bonos con altas tasas de interés porque tiene un alto riesgo de impago… indican que El Salvador, Sri Lanka e Irak pueden sumarse a otras naciones africanas con las deudas soberanas más precarias… ¿Qué necesidad tenemos de llegar a ese nivel?.
La declaración de la ONU (19/MAY/2020) parece reflejar la preocupación internacional: “El secretario general urge a todos los actores políticos a actuar de forma responsable, con pleno respeto por los derechos humanos, las instituciones democráticas y el Estado de derecho”, señaló el portavoz de António Guterres, Stéphane Dujarric, durante su conferencia de prensa diaria.
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