Ginebra/AFP
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció este miércoles la «indiferencia» de los países europeos ante los migrantes que cruzan el Mediterráneo, tras la difusión de un informe que estima que un récord 3.419 personas murieron en esta travesía en 2014.
«La falta de interés que vemos en muchos países frente al sufrimiento y a la explotación de estas personas desesperadas es profundamente chocante», dijo Zeid Ra’ad al Hussein al inaugurar una conferencia en Ginebra.
Según un informe publicado este miércoles por la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), en lo que va del año, al menos 3.419 migrantes perdieron la vida al intentar cruzar el Mediterráneo.
Además, la agencia estima que desde principios de año fueron más de 207.000 migrantes los que intentaron atravesar el Mediterráneo, una cifra que casi triplica el récord precedente de 2011 en el que 70.000 personas intentaron huir de su país durante la primavera árabe.
«Los países ricos no pueden convertirse en ‘ghettos’, mientras sus pueblos cierran los ojos para no ver las manchas de sangre que marcan estas rutas», advirtió el funcionario.
Con conflictos en el sur (Libia), este (Ucrania) y sureste (Siria/Irak) Europa soporta en estos momentos el mayor número de llegadas por mar.
Cerca del 80% de los intentos de cruce se efectúan a partir de las costas libias, para intentar llegar a Italia o Malta.
La mayoría de los migrantes que consiguieron llegar a Italia son sirios (60.051), cuyo país vive una guerra civil desde hace más de tres años y medio, y eritreanos (34.561) que huyen para escapar a la represión brutal, al servicio militar de por vida y a los trabajos forzosos.
«Haríamos lo mismo en su lugar»
La ACNUR criticó la gestión de la crisis migratoria en los países ricos y lamentó que muchos se centren en mantener a los migrantes fuera de su territorio más que en el derecho al asilo de muchos niños, mujeres y personas de edad que cruzan el Mediterráneo en embarcaciones, que a menudo viajan sobrecargadas.
«Si familias enteras arriesgan sus vidas en el mar hoy, es porque ya perdieron todo, y piensan que esta es la única forma de estar seguros», afirmó Antonio Guterres, alto comisario de la ONU para los refugiados.
Guterres dijo que probablemente, «haríamos lo mismo en su lugar» y dijo que «todos los países tienen preocupaciones de seguridad y gestión de la inmigración, pero las políticas deben ser concebidas de forma que no conlleven a ver las vidas humanas como daños colaterales» añadió.
A finales de octubre, las autoridades italianas confirmaron el fin de la operación «Mare Nostrum» que permitió salvar decenas de miles de migrantes en el Mediterráneo. Italia había lanzado esa operación sin precedentes para evitar tragedias en alta mar, pero sin apoyo de sus socios europeos no estaba dispuesta a mantenerla.
Finalmente varios países aceptaron contribuir para una nueva operación, conocida como Tritón. Esa operación se limita a vigilar la frontera de la UE en el Mediterráneo.
«No se pueden utilizar medios de disuasión para impedir a una persona huir para salvar su vida, a riesgo de aumentar el peligro» afirmó Guterres.
Aunque el Mediterráneo es la ruta más peligrosa para los que huyen de la guerra o la miseria, no es la única en el mundo. La ONU calcula que unas 54.000 personas intentaron cruzar el golfo de Bengala en el Sureste asiático, de las cuales 540 perecieron.
En el Caribe, el número de muertos o desaparecidos se elevaba a 71 a principios de diciembre.
En todo el mundo, al menos 348.000 personas han intentado cruzar un mar para llegar a mejor puerto, una cifra récord.