Naciones Unidas/Washington/PL
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, instó a Estados Unidos a establecer fuertes medidas de control de armas, tras la masacre del fin de semana en un club nocturno de Orlando, Florida.
Los líderes estadounidenses deben actuar en sintonía con sus obligaciones de proteger a los civiles de violentos y horrendos, pero prevenibles ataques, los cuales constituyen el resultado directo de un insuficiente control de las armas de fuego, señaló en un comunicado.
Desde su oficina en Ginebra, el funcionario advirtió que «resulta difícil encontrar una justificación racional que explique lo fácil que las personas acceden a armas, incluyendo rifles de asalto, sin importar si tienen antecedentes criminales, utilizan drogas, cometieron violencia doméstica, sufren enfermedades mentales o mantienen contacto directo con extremistas nacionales y extranjeros».
Las declaraciones de Zeid constituyen una reacción ante el asesinato de medio centenar de personas durante la madrugada del domingo en Orlando, perpetrado por un solo hombre, quien además hirió a más de 50 seres humanos.
«Cuántos asesinatos masivos de niños en las escuelas, compañeros de trabajo, afroamericanos en una iglesia y ataques como los ejecutados contra la talentosa música Christina Grimmie o la política Gabrielle Giffords, habrá que es esperar para que Estados Unidos adopte una robusta regulación de armas», preguntó. De acuerdo con Zeid, una irresponsable propaganda sugiere que las armas de fuego hacen más segura a la sociedad, cuando toda la evidencia demuestra lo contrario.
A su juicio, la disponibilidad de artefactos deja poco espacio entre los impulsos asesinos y las acciones que provocan muertes.
Particularmente alto es el precio que pagan las comunidades y minorías vulnerables, las cuales ya sufren muchos prejuicios, subrayó a propósito de la balacera en el club para homosexuales.
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, abundan los ejemplos de países que al controlar la adquisición y el uso de las armas de fuego, lograron reducir de manera significativa los crímenes violentos.
«Sin embargo, en Estados Unidos existen cientos de millones de armas en circulación, y cada año miles de personas mueren o sufren heridas por ellas», lamentó.
Zeid también manifestó preocupación ante el peligro de que la masacre de Orlando, la más letal en la historia reciente del país, dispare los sentimientos homofóbicos e islamofóbicos.
Pido a todos en Estados Unidos alinearse con la causa común de fortalecer el respeto a los derechos humanos de todos, a raíz del horrendo incidente, convocó.
Crece llamado en Estados Unidos a prohibir armas de asalto
Muchos estadounidenses claman por la prohibición de la venta de armas de asalto como única respuesta razonable a la matanza ocurrida el domingo último en Orlando, Florida.
Hoy, entre lamentos y recriminaciones de la población y de los políticos, crece el cuestionamiento a derechos constitucionales que hacen de la cultura de las armas algo único en Estados Unidos y ayuda a la la prevalencia de la violencia armada, aprovechada por algunos para atemorizar a sus compatriotas.
El columnista del The Washington Post, Eugene Robinson, aborda esa idea y subraya que aunque se enmiende la Constitución otra respuesta haría más daños a las libertades de los estadounidenses.
Mantener las armas de combate de tipo militar fuera de las manos de maníacos, señala, no debe ser una idea polémica.
La segunda enmienda consagra el derecho a poseer y portar armas, y el Tribunal Supremo ha dictaminado que se trata de un derecho individual, no colectivo, agrega.
El tribunal dejó claro, sin embargo, que esto no excluye las medidas razonables de control de armas, algo a lo que se oponen los republicanos que son mayoría en el Congreso.
Al respecto, puntualiza, el Congreso debería prohibir inmediatamente la venta de armas a cualquier persona que tenga antecedentes de enfermedades mentales o se crea vinculado a posiciones extremistas.
Por otra parte, no faltan los que utilizan la tragedia de Orlando para fines electorales, y por ejemplo, el republicano Donald Trump, acuña ya una política de miedo para aterrorizar a los estadounidenses y presentarse como «el salvador del mundo» con ideas cargadas de xenofobia y anti-islamismo.
El plan del seguro nominado a las elecciones de noviembre, es atacar al gobierno y a la potencial candidata demócrata, Hillary Clinton, por estar presuntamente promoviendo políticas que ponen en peligro a los ciudadanos.
Pero, esa línea de acción está en la curda floja, ya que son los republicanos los que se oponen al control de armas en el país, mientras los demócratas exigen a los legisladores del partido rojo unir sus esfuerzos para impedir que los sospechosos de terrorismo compren armas, o en caso contrario enfrentar las consecuencias.
Este lunes el partido azul dijo que retomará una ley que permitiría que el FBI niegue la compra de estos artefactos a personas en las listas de vigilados por terrorismo, una propuesta que fracasó en diciembre ante la oposición de los rojos.
Aunque habrá debate sobre el tema, no se espera que el llamado Grand Old Party ceda en su oposición a variar algo que consideran un derecho y que hasta ahora fue motivo de polarización entre los estadounidenses.