Tegucigalpa / AFP
La ONU inauguró el martes un diálogo entre fuerzas políticas opositoras y el gobierno de Honduras para tratar de superar la crisis heredada por los comicios del pasado 26 de noviembre, con la cuestionada reelección del presidente Juan Orlando Hernández.
El representante de la ONU en Tegucigalpa, Igor Garafulic, abrió el diálogo en una ceremonia con participación de representantes de tres fuerzas políticas protagonistas.
El diplomático abogó por un diálogo «sin codazos», después de un proceso de seis meses por tratar de acercar a las partes que se encuentran en «posiciones distantes» y con «mucha desconfianza».
«Nuestro objetivo es una Honduras en paz y una Honduras desarrollada», comentó. Pero «estamos ante un gran desafío (porque) si no hay voluntad, no hay papel firmado que valga», advirtió.
Honduras vive una polarización desde el golpe de Estado de 2009 que derrocó al entonces presidente Manuel Zelaya y las heridas se reabrieron en las elecciones del 26 de noviembre, ganadas por Hernández en un discutido conteo de los votos.
El diálogo empezará formalmente el viernes con cuatro mesas para discutir sobre elecciones, derechos humanos, reformas constituciones y reformas electorales.
Las pláticas reúnen a representantes de los excandidatos presidenciales Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura; Luis Zelaya, del Partido Liberal; y Hernández del derechista Partido Nacional, de gobierno.
Garafulic destacó que la ONU auspició los acercamientos por una petición de los tres candidatos al secretario general de la organización, Antonio Guterres.
A la cita se negó a asistir uno de los principales protagonistas de la crisis, el expresidente Zelaya, quien rechazó encontrarse con Hernández, a quien cataloga como un presidente «usurpador».
Manuel Zelaya coordinó la izquierdista alianza que lanzó como candidato a Nasralla, un popular presentador de televisión.
Pero Nasralla se distanció de Zelaya después de que ambos encabezaron protestas que se prologaron por más de un mes para acusar a Hernández de «fraude» y de controlar el tribunal electoral.
Al menos 22 personas murieron por la represión policial contra simpatizantes de la alianza opositora que bloquearon las calles en rechazo a la reelección de Hernández.
La constitución prohíbe la reelección presidencial, pero una interpretación de la Sala de lo Constitucional despejó el camino de su postulación, en una resolución aún cuestionada por juristas.