Por Agnes Pedrero
Ginebra/AFP
La ONU negó el viernes haber intentado ocultar supuestos abusos sexuales de cascos azules franceses a niños en la República Centroafricana, llamando a la «tolerancia cero» contra estos crímenes, mientras la justicia francesa continua su investigación.
«Toda insinuación de que [el actual Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos] Zeid Ra’ad al Husein habría intentado cubrir abusos sexuales a niños es francamente ofensiva», declaró a los medios su portavoz, Rupert Colville.
Zeid, señaló, es conocido dentro de Naciones Unidas como uno de los mayores especialistas de la cuestión de la violencia sexual cometida por tropas de mantenimiento de paz, ya que escribió un importante informe al respecto en 2005. Un informe conocido como «Informe Zeid», precisó el portavoz.
Colville aseguró asimismo que la exjueza de la Corte Penal Internacional, Navi Pillay, predecesora de Zeid cuando la ONU fue informada de las alegaciones de abusos sexuales en 2014 en el país africano, también está fuera de toda sospecha.
El portavoz del actual Alto Comisionado alegó que Naciones Unidas no pudo hacer pública la investigación para proteger a las víctimas, en particular al tratarse de niños.
La ONU se defendía así de las acusaciones de varias oenegés, entre ellas, Save the Children, que pidieron a Naciones Unidas esclarecer este caso de supuestos abusos sexuales, y pusieron de manifiesto sus dudas sobre las motivaciones del organismo internacional al suspender al responsable que lo destapó, Anders Kompass.
Kompass, alto responsable del Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, trasmitió un informe titulado «Abusos sexuales en niños por las fuerzas armadas internacional» a las autoridades francesas en julio de 2014, saltándose los procedimientos de la organización internacional, en reacción a la inacción de la ONU.
Este empleado de Naciones Unidas fue suspendido el 17 de abril por esta filtración – conservando su salario- y es investigado desde entonces.
Los testimonios detallados de los niños, recogidos en un documento de la ONU, cubren el periodo de diciembre de 2013 a junio de 2014 y justificaron la apertura de una investigación preliminar a finales de julio en París, que permaneció secreta hasta que el diario británico The Guardian reveló el caso el miércoles.
‘Tolerancia cero’
El jueves, una fuente judicial francesa precisó que 14 soldados franceses habían sido imputados y que «muy pocos» habían sido identificados por la investigación, todavía en curso.
«Los detalles obtenidos en entrevistas realizadas por los investigadores de la ONU con las presuntas víctimas y los testigos (…) son totalmente horribles», dijo Colville.
Una decena de niños – el más joven, de nueve años- afirman que a cambio de comida, los soldados abusaron sexualmente de ellos o los violaron.
«Debería haber tolerancia cero con las fuerzas de mantenimiento de la paz o con cualquier otra persona» culpable de «abusos sexuales, violaciones o violencias», declaró Colville.
En julio de 2014, el ministerio francés de Defensa recibió un informe elaborado por miembros del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU presentes en la República Centroafricana, donde el ejército francés está desplegado en el marco de la operación Sangaris, destinada a evitar una guerra civil.
El presidente francés, François Hollande, prometió el jueves que será «implacable» si se confirman las acusaciones.
Pero el ejército francés no es el único señalado en este caso. La ONG Aids-Free World acusó a soldados de Chad y Guinea Ecuatorial de más abuso sexual a menores en el mismo país.
Interrogado al respecto, Colville explicó que no había leído entero el documento de la ONU y no podía confirmar esta información.
En Bangui, el fiscal de la República Centroafricana, Ghislain Grésenguet, lamentó no haber sido informado de este asunto «extremadamente grave».
«No entendemos por qué» dijo Grésenguet, precisando que había abierto una investigación «inmediatamente» después de tener conocimiento de lo ocurrido.