Rangún/dpa
Las operaciones militares contra la minoría musulmana rohingya en Myanmar podrían ser consideradas crímenes de lesa humanidad, según indicaron hoy en un comunicado los comités de las Naciones Unidas para los derechos de la mujer y de los niños.
«Estamos especialmente preocupados por el destino de las mujeres y los niños rohingya, que son víctimas de violaciones graves de sus derechos humanos por sufrir asesinatos, violaciones y expulsión», decía la declaración. «Estos desprecios podrían calificarse como crímenes contra la humanidad».
La organización Human Rights Watch (HRW) informó hoy en Nueva York de que tiene pruebas de que los soldados birmanos ejecutaron a finales de agosto a varias decenas de rohingya en un pueblo en el norte del país. Los testigos también hablaron de maltratos y abusos sexuales.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Seid Rad al Hussein, se refirió a la violencia en el norte de Myanmar -que ha obligado a más de medio millón de rohingya a huir al vecino Bangladesh- como «ejemplo clásico de limpieza étnica». El Gobierno de Myanmar ha negado las acusaciones.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pidió hoy a la comunidad internacional 120 millones de dólares (unos 102 millones de euros) para ayudar a los refugiados rohingya.
Las más de 500.000 personas que han huido desde Myanmar viven en el distrito bengalí de Cox’s Bazar en condiciones precarias y necesitan ayuda urgentemente, según explicó la OIM. Se trata de una emergencia humanitaria crítica, añadió.