Naciones Unidas / AFP
El Consejo de Seguridad de la ONU finalizó el martes 15 años de operaciones de paz en Haití para dar paso a una simple misión política, lamentando la grave crisis política, económica y social que sacude actualmente al país.
En una reunión del Consejo consagrada a la drástica reducción de la presencia de Naciones Unidas en el país más pobre del continente americano, la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft, se refirió a este «día histórico».
«Instamos a los actores políticos, económicos y de la sociedad civil de Haití a trabajar pacíficamente para abordar los desafíos económicos y sociales más apremiantes que enfrenta el país», dijo, y recordó que Estados Unidos fue el mayor donante bilateral con 5.200 millones de dólares de ayuda desde el terremoto de 2010.
Todos los indicadores de Haití están actualmente en rojo y, en un informe publicado el martes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró particularmente pesimista.
«La prolongada crisis multidimensional» que afecta a Haití «desde julio de 2018 muestra pocos signos de reducción o resolución», escribió.
«Insto a todos los actores a dejar de lado sus diferencias e intereses particulares para trabajar juntos para superar esta situación cada vez más preocupante», agregó.
Haití está desde hace meses envuelto en un movimiento de protestas contra el presidente Jovenel Moise, impulsado por opositores y actores de la sociedad civil que exigen su renuncia.
La misión policial y civil Minujusth en Haití, compuesta por mil personas, terminó este martes, y a partir de ahora se intalará la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (Binuh).
La Minujusth, que se desplegó en octubre de 2017, sucedió a la misión de cascos azules (Minustah) creada en 2004 después de la expulsión del presidente Jean-Bertrand Aristide bajo la presión de una insurrección armada y una revuelta popular.