Por Leila Macor/Aldo Gamboa
Naciones Unidas/AFP
Palestinos e israelíes se acusaron mutuamente este jueves en la ONU de estar en el origen del conflicto de décadas que los aqueja, en una reunión en la ONU que vio además el fracaso de un diálogo sobre Siria.
En el campo latinoamericano, la canciller venezolana Delcy Rodríguez, que iba a tomar la palabra en nombre de su presidente, Nicolás Maduro, canceló su participación sin que se conocieran más detalles.
Al tomar el podio de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, denunció que los «planes expansionistas» de Israel destruyen «cualquier posibilidad de una solución de dos estados».
«Aquellos que crean en una solución de dos estados deben reconocer a ambos estados, y no sólo a uno de ellos», añadió Abas.
Poco después, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, utilizó el estrado para contradecir directamente a Abas: «Este conflicto no es por los asentamientos (israelíes en la Cisjordania ocupada), nunca lo ha sido».
«Siempre fue por la existencia del estado judío», aseguró.
El aumento de la violencia en la región ha dejado 230 palestinos y 34 israelíes muertos desde octubre, debido a la frustración de los palestinos por el aumento de las colonias israelíes.
Combates en Alepo
La jornada estuvo marcada además por el fracaso de una reunión de alto nivel en Nueva York, el Grupo Internacional de Apoyo a Siria, que pretendía recuperar la tregua que duró una semana y colapsó el lunes.
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, dijo al salir del encuentro que no fue posible revivir la tregua, y que la delegación de Rusia no había sido capaz de prometer que los aviones sirios permanezcan en tierra para interrumpir los bombardeos en áreas urbanas.
La reunión había sido realizada de urgencia ante el recrudecimiento de los combates y bombardeos en prácticamente todos los frentes en Siria, especialmente en la devastada ciudad de Alepo.
Kerry dijo que negociadores de Estados Unidos y Rusia tenían previsto una nueva ronda de contactos el viernes.
El presidente estadounidense, Barack Obama, admitió su incapacidad de poner fin a la brutal guerra civil. «Siempre hay cosas que pienso que podría haber hecho mejor», dijo en una entrevista.
«Un buen ejemplo de esto último es la situación en Siria, que me persigue constantemente», añadió.
En más de cinco años, el conflicto dejó al menos 300.000 muertos y obligó a huir a millones de sirios.
El campo latinoamericano
Entretanto, la canciller venezolana Delcy Rodríguez inauguró un mural en el popular barrio del Bronx de Nueva York con la imagen del fallecido líder Hugo Chávez.
«El comandante Chávez tenía un sentimiento especial hacia este vecindario», dijo Rodríguez en inglés a un grupo de periodistas.
El chavismo tiene una cercana relación con los habitantes del Bronx desde 2006, año en que el barrio comenzó a recibir combustible venezolano a bajo precio.
La canciller, que inicialmente iba a intervenir en la ONU en nombre de su presidente, Nicolás Maduro, canceló su participación del jueves sin divulgar las razones.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, apoyó como se esperaba a su par venezolano «frente a la injerencia imperialista» y saludó además el acuerdo de paz entre Colombia y la guerrilla de las FARC, negociado en La Habana y presentado el miércoles en la ONU.
También manifestó su «enérgico rechazo al golpe de estado parlamentario y judicial perpetrado en Brasil», refiriéndose al juicio político que destituyó a la presidenta de izquierda Dilma Rousseff y puso en el poder al conservador Michel Temer.
De su lado, el presidente boliviano, Evo Morales, dijo en una conferencia de prensa que no pretende postularse a un nuevo mandato presidencial cuando termine su gestión en 2020. En febrero, fracasó un referendo que buscaba abrir las puertas a una reelección mediante una reforma Constitucional.
Irán denuncia a Estados Unidos
En su discurso, el presidente de Irán, Hassan Rohani, urgió a Estados Unidos a respetar su parte del acuerdo nuclear firmado el año pasado entre las grandes potencias y la república islámica.
«La falta de respeto (del acuerdo) de parte de Estados Unidos desde hace varios meses es un enfoque erróneo que debe ser rectificado inmediatamente», declaró ante el pleno de la Asamblea.
El pacto permitió la eliminación de algunas sanciones internacionales impuestas a Irán a cambio del compromiso de Teherán de limitar su programa nuclear al sector civil y de no desarrollar armas atómicas.