Por Agnès Pedrero
Ginebra/AFP
Sudán del Sur permite a los combatientes «violar a mujeres a modo de salario», denunció la ONU este viernes, que describió la situación de los derechos humanos en ese país en guerra como «una de las más horribles» del mundo.
El país más joven del mundo enfrenta «una de las situaciones de derechos humanos más horribles del mundo, con el uso masivo de la violación como instrumento de terror y arma de guerra», dijo el Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, en un informe que cubre el período de octubre de 2015 a enero de 2016.
«La escala y el tipo de violencias sexuales – que son por lo general cometidas por las fuerzas gubernamentales del Ejército Popular de Liberación de Sudán y sus milicias afiliadas – son descritos con detalles terribles, al igual que la actitud – casi casual pero calculada – de aquellos que han masacrado a civiles, destruido bienes y medios de subsistencia», añadió el Alto Comisionado.
Para la ONU, «los actores estatales tienen la mayor responsabilidad por la violencia cometida en 2015, dado el debilitamiento de las fuerzas de la oposición».
El informe señala que el gobierno lleva a cabo una «política de tierra quemada» y asegura que «según fuentes fiables, las autoridades permiten a grupos aliados violar a mujeres a modo de salario», siguiendo el principio de «hagan lo que puedan y tomen lo que quieran».
Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en julio de 2011 tras décadas de conflicto con Jartum, se encuentra inmerso en una guerra civil desde diciembre de 2013, cuando el presidente Salva Kiir acusó a su exvicepresidente, Riek Machar, de querer derrocarlo.
Más de 2,3 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y decenas de miles han muerto debido al conflicto y a las atrocidades cometidas por ambos bandos.
«Ataques deliberados contra civiles»
Los combates entre el ejército regular y diferentes grupos rebeldes continúan pese a que en agosto de 2015 se firmó un acuerdo de paz. Los grupos rebeldes, que tienen a menudo intereses locales, no se sienten sujetos a acuerdos escritos.
El informe contiene testimonios sobre civiles, incluyendo niños y discapacitados, que fueron asesinados, quemados vivos, asfixiados en contenedores, ejecutados, colgados en árboles o cortados en pedazos.
«Dada la amplitud, la profundidad y la gravedad de las acusaciones, la repetición y similitudes observadas en el modo operatorio, el informe concluye que existen motivos razonables para creer que estas violaciones podrían ser consideradas como crímenes de guerra y/o crímenes contra la humanidad», dijo el Alto Comisionado de la ONU.
Según Naciones Unidas, «la gran mayoría de muertos civiles no parecen ser víctimas de combates, sino de ataques deliberados contra civiles».
«Cada vez que el control de una zona pasa de una autoridad a otra, las nuevas autoridades desplazan a la mayor cantidad posible de civiles, en base a su pertenencia étnica», indica el texto.
El Alto Comisionado pide la creación – como prevé el acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 – de la «Corte híbrida», encargada de investigar y juzgar a los responsables de crímenes desde el inicio de la guerra civil. En caso contrario, recomienda que se presente el caso a la Corte Penal Internacional (CPI).
En otro informe publicado el viernes, Amnistía Internacional denunció la muerte en octubre de 2015 en Sudán del Sur de 60 adultos y niños, a manos de soldados progubernamentales, que los dejaron morir asfixiados en un contenedor.