@arpassv
La participación del Presidente Salvador Sánchez Cerén en el reciente encuentro ENADE 2017 fue una oportunidad perdida para exhortar a los empresarios a que contribuyan a la solución de los problemas nacionales mediante el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, creación de empleos dignos y la inversión en un desarrollo productivo, incluyente y sustentable.
En vez de eso, el Mandatario prefirió hablar de las “bondades” de su gobierno con el sector privado y llamó a los empresarios a “trabajar conjuntamente”.
Sánchez Cerén -incluso- no desmintió las mentiras y medias verdades expresadas por los organizadores del evento en un video proyectado ante su presencia justo antes de su disertación, lo cual constituyó una grave omisión.
Un discurso más pertinente, digno y coherente del Presidente habría pedido suspender el boicot financiero de ARENA (que es respaldado por ANEP) y hubiera llamado a los empresarios a pagar los no menos de 1,500 millones de dólares evadidos anualmente, revisar las leyes de la elusión y repatriar los cientos o miles de millones de dólares de sus empresas offshore en paraísos fiscales para invertirlos productivamente en el país.
En vez de un discurso complaciente, sumiso o “políticamente correcto”, Sánchez Cerén hubiera mencionado lo nocivo de las políticas de austeridad y reivindicado la necesidad de incrementar la inversión social, crear una estructura fiscal progresiva y descartar las medidas de ajuste neoliberal.
Otra omisión importante del discurso presidencial fue no referirse a la transparencia y rendición de cuentas del sector privado, al cuido del medioambiente por las empresas y la necesidad de nuevos incrementos al salario mínimo hasta equipararlo con el costo de la vida.
La participación del presidente “de izquierda” también estuvo ensombrecida por la presencia intimidante de policías de la UMO que acosaron, amenazaron y obligaron a retirarse a los integrantes de organizaciones sociales (aliadas del mismo gobierno) que protestaban contra el encuentro empresarial.
El discurso de Sánchez Cerén en el ENADE 2017 fue, por tanto, una oportunidad perdida. El gobierno y el país seguirán sufriendo los embates de ARENA y la ANEP, a pesar del tímido y entreguista discurso presidencial.