Por Stuart Wiliams/Fulya Ozerkan
Estambul/AFP
Un gigantesco mitin opositor para protestar contra la encarcelación de un diputado, congregó el domingo en Estambul cientos de miles de personas, estimaron reporteros en el lugar.
El mitin fue la parte final de la «Marcha por la justicia», que el líder opositor Kemal Kiliçdaroglu inició el 15 de junio en Ankara, a 450 kilómetros de aquí.
El acto es, de lejos, el mayor de la oposición en Estambul desde las manifestaciones masivas de mayo y junio de 2013 contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
«Que nadie piense que esta marcha es la última», lanzó a la multitud Kiliçdaroglu, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) al término de 25 días de marcha. «El 9 de julio es una nueva etapa (…), un renacer», agregó.
A sus 68 años, Kiliçdaroglu recorrió 450 km desde la capital turca hasta Estambul para denunciar la condena a 25 años de cárcel al diputado del CHP Enis Berberoglu, por proporcionar información confidencial al diario opositor Cumhuriyet.
Avanzando sin insignias partidistas y con «Justicia» como único eslogan, Kiliçdaroglu logró reunir a una multitud que no cesó de crecer, atrayendo a miles de opositores al presidente Erdogan.
«Hemos marchado por la justicia, hemos marchado por el derecho de los oprimidos, hemos marchado por los diputados recluidos, hemos marchado por los periodistas encarcelados, hemos marchado por los profesores universitarios despedidos», lanzó ante la multitud congregada en una inmensa explanada junto al mar cerca de la prisión de Maltepe, donde está encerrado Berberoglu desde el 14 de junio.
Habitualmente, sólo Erdogan logra reunir multitudes de estas dimensiones en ocasión de sus mítines.
Comparaciones con Gandhi
El gobierno calificó la marcha de estratagema, en tanto que Erdogan acusó a Kiliçdaroglu de apoyar a los «terroristas» y los conspiradores del fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
No obstante, las fuerzas de seguridad turcas no impidieron el avance de la marcha, y unos 15.000 agentes de policía fueron desplegados para garantizar la seguridad.
Miembros del partido CHP dijeron a la AFP que a la manifestación podrían haber acudido más de dos millones de personas, pero dicha cifra no pudo ser confirmada por el momento.
La oposición en Turquía denuncia una deriva autoritaria del presidente Erdogan, en particular desde que reforzó considerablemente sus poderes tras un referéndum en abril.
También debido a las purgas realizadas desde el intento de golpe de Estado: unas 50.000 personas fueron detenidas y más de 100.000, despedidas o suspendidas de sus funciones.
«Hemos marchado porque nos oponemos al régimen de un solo hombre», afirmó Kiliçdaroglu. «Hemos marchado porque el poder judicial está bajo el monopolio del ejecutivo», agregó.
Kiliçdaroglu ha condenado firmemente el intento de golpe -del que se acusa al predicador Fetullah Gulen, quien vive en Estados Unidos y rechaza su implicación-, pero ha sido muy crítico con el alcance del estado de emergencia.
El último ejemplo fue la detención, el miércoles, del director para Turquía de Amnistía Internacional junto a otros activistas, acusados de tener vínculos con Gulen.
Los seguidores de Kiliçdaroglu compararon su marcha, algo sin precedentes en Turquía, con la famosa «Marcha de la sal» de Mahatma Gandhi en 1930 contra el poder británico en India.
Erdogan acusó por su parte a Kiliçdaroglu de apoyar a los terroristas con esta marcha, advirtiéndole de una potencial convocación judicial.