Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Según las cifras oficiales, El Salvador cumplió 365 días sin homicidios. El gobierno lo atribuye a los planes de seguridad que desde el Ejecutivo se implementan, tal como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción este último catalogado para la “guerra contra las pandillas”, pero el que ha permitido la violación de derechos humanos de miles de personas que nada tienen que ver con pandillas.
“Cerramos el 10 de mayo de 2023, con 0 homicidios a nivel nacional. Con este, son 365 días sin homicidios, todo un año”, destacó el presidente de la República, Nayib Bukele, en su cuenta de Twitter a las 00.53 a.m. de este jueves. Es de recordar que esos 365 días se han dado desde que Bukele asumió su cargo como jefe de Estado.
La bancada oficialista brindó una conferencia de prensa para destacar dicho logro. El jefe de fracción, Christian Guevara, dijo que “lograr 365 días sin homicidios era algo imposible. Le damos gracias a Dios porque las familias salvadoreñas ya no han tenido vidas que lamentar. Nadie se está lucrando del dolor del pueblo”.
Guevara agradeció al presidente Bukele “por este gran triunfo”. A la vez, destacó que “si en menos de cuatro años obtuvimos este éxito, ¿por qué ARENA y FMLN solo alcanzaron un día sin asesinatos? Las pandillas no habían crecido tanto, hubieran podido controlarlas”.
“Le debemos mucho a todas las fuerzas de seguridad que cada día han expuesto sus vidas para brindar tranquilidad a los salvadoreños. Nosotros hemos dado los votos sin titubear para alcanzar este gran resultado”, concluyó Guevara.
Sobre el régimen de excepción, el diputado por Nuestro Tiempo, Johnny Wright Sol, señaló que no se han hecho evaluaciones sobre la implementación de esta medida. “Hemos conocido informes, propaganda, publicidad del Gobierno sosteniendo que este es un plan efectivo que merece continuar”.
Sobre los 365 días sin homicidios, Wright Sol sostuvo que es un dato del gobierno que él mismo debería explicar cómo lo calcula y con qué fin. “Yo no creo que la tasa de homicidios ni ahora ni antes fue ni la única ni el mejor indicador para medir la incidencia de violencia en nuestro país”. “Me parece que seguimos siendo un país muy violento, violencia dirigida hacia la mujer, hacia diferentes minorías. Y aunque se puede reconocer que la criminalidad que originaban los grupos pandilleriles ha sido reducida drásticamente, no sabemos qué tan sostenible es a futuro”, cuestionó Sol.
Mientras que la diputada por VAMOS, Claudia Ortiz, dijo que observa “un patrón claro” de cómo gobiernos anteriores trataron el tema de los homicidios como un número “y estábamos con base en cifras y cifras y lo que había era también una tregua detrás ante el descenso de esas cifras diarias de homicidios”.
“Hoy veo nuevamente el enfoque sumamente claro sobre las cifras, cuántos días sin homicidios y ni siquiera son días seguidos. No es que hemos tenido un año ininterrumpido de homicidios, hemos tenido 365 días, según cifras oficiales que no son transparentes y que no toman en cuenta a otros sectores de la sociedad y que también están muy marcadas (cifras) con propaganda gubernamental”, añadió Ortiz.
Para la opositora, el enfoque no debe ser en cuántos días se han registrado sin homicidios, sino que en si las víctimas han tenido justicia, en si El Salvador es un país cuya aparente tranquilidad es sostenible en el tiempo; “si bien puede haber disminuido el índice de homicidio a escala nacional, pero también surge un nuevo fenómeno sumamente preocupante, la muerte dentro de los centros penales”.
De hecho, organizaciones de la sociedad civil han documentado al menos un centenar de muertos en los centros penales a causa de las detenciones en el régimen de excepción. Estas personas nada tenían que ver con las pandillas.
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