Tegucigalpa/AFP
La oposición hondureña convocó a «sitiar» la capital este sábado durante la toma de posesión del derechista presidente reelecto Juan Orlando Hernández, quien asumirá en un escenario saturado de militares y policías ante las protestas de la izquierda.
«Pretendemos sitiar la ciudad (…) para evitar que este hombre tome posesión», declaró a periodistas Salvador Nasralla, excandidato de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura.
Hernández, un abogado derechista de 49 años, que fue declarado ganador por estrecho margen de las cuestionadas elecciones del pasado 26 de noviembre, tiene previsto iniciar este sábado su segundo periodo consecutivo de cuatro a años en una ceremonia en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.
La alianza, coordinada por el presidente derrocado en 2009 Manuel Zelaya, acusa a Hernández de «robar» las elecciones del 26 de noviembre mediante un fraude.
Las protestas con tomas de vías se extendieron en diferentes regiones del país con más de 30 muertos por los violentos choques con militares y policías, según organismos de derechos humanos.
El gobierno preparó dos escenarios para la investidura: el Estadio Nacional, donde se han desarrollado todas las ceremonias desde 1982, y un auditorio del Banco Central.
Este viernes confirmó que Hernández recibirá la banda presidencial en el estadio, que fue puesto bajo control de cordones militares.
Contingentes de soldados y policías circulaban en camiones y a pie por las calles de la capital con mayores despliegues en algunas zonas como el Estadio Nacional, el Banco Central y el aeropuerto.
Nasralla anunció que las protestas se iniciarán la noche del viernes con caravanas de vehículos en barrios y colonias de la ciudad.
El sábado la concentración mayor será en las cercanías del estadio, donde han sido convocados los opositores.
El líder de la oposición denunció que Hernández es un «dictador» que pretende ceñirse la banda presidencial con el 80% de la población en contra.
«Al pueblo le están imponiendo un gobierno que no eligió», aseveró.
La Organización de Estados Americanos (OEA) llamó a celebrar nuevas elecciones después que una misión de observadores de ese organismo advirtió de numerosas irregularidades en el proceso electoral.