Bogotá/AFP
La oposición en Colombia al rechazado acuerdo de paz con las FARC pidió un «plazo prudente» para revisar el nuevo pacto alcanzado con esa guerrilla, ante el llamado de celeridad del gobierno para implementarlo lo más pronto posible.
«Quiero respetuosamente comunicarle (al presidente Juan Manuel Santos) que todavía no estamos en condiciones» de escuchar las explicaciones del equipo negociador del gobierno sobre el nuevo acuerdo, dijo el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, feroz opositor a los acuerdos, en la plenaria del Senado.
El exmandatario se refirió a la invitación de Santos a su colectividad, el derechista Centro Democrático, para que debatieran el miércoles en el Senado el nuevo pacto alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal y más antigua guerrilla del país.
«Nosotros habíamos pedido un plazo prudente para examinar este texto, que no es corto ni fácil, y poder darle una reacción al equipo del gobierno (…). No estamos en condiciones esta semana de atender esa citación-debate aquí en la plenaria del Senado», agregó.
El texto, de 310 páginas, fue publicado por las partes el lunes en la madrugada.
Los delegados del gobierno y la guerrilla empezaron a construir este nuevo acuerdo en Cuba, sede de las conversaciones iniciadas en 2012, luego de que el firmado el 26 de septiembre fuera rechazado por un estrecho margen en un plebiscito el 2 de octubre.
Las partes anunciaron el sábado en La Habana que habían alcanzado un nuevo convenio, producto de analizar y revisar cientos de propuestas de sectores que promovieron el «No» al acuerdo.
Los opositores critican principalmente lo que consideran «impunidad total» para los guerrilleros responsables de delitos atroces, así como que tengan elegibilidad política.
«Deseo de implementar ya»
«Pienso que la mayoría de los colombianos muestra apoyo, satisfacción y, sobre todo, deseo de implementar ya. Este es el acuerdo final, así se denomina, y lo que no podemos es perder tiempo. Hay que comenzar la implementación», dijo más temprano el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, en rueda de prensa en el palacio presidencial.
«Realmente no hay espacio para una nueva negociación, después de 130 horas de trabajo minucioso con las FARC, realmente esto es lo que tenemos», añadió.
Destacando que se hicieron cambios en 56 de 57 asuntos propuestos por la oposición, los negociadores del gobierno dijeron que esperan sentarse este martes o el miércoles con los voceros del «No» para explicarles en detalle los cambios.
También insistieron que en paralelo buscarán definir cómo se refrendará el nuevo texto, para que su implementación comience pronto y no se ponga en peligro el cese al fuego que las partes mantienen desde agosto.
Santos ha dicho que para refrendar el nuevo convenio impulsará el camino que menos polarice al país, como aprobación en el Congreso o mecanismos populares.
«No podemos tener un acuerdo de paz abierto de manera indefinida y dedicarnos a conversar a dialogar y a llegar a un acuerdo perfecto, enemigo de lo bueno», indicó por su parte este martes el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
«Nos debemos» la paz
Para celebrar el nuevo acuerdo, cientos de personas se dieron cita este martes en el centro de Bogotá, donde marcharon ondeando banderas blancas y pancartas con la frase «#TenemosAcuerdo».
En la actividad participaron los integrantes del Campamento por la Paz, un grupo de jóvenes que pernocta en la icónica Plaza de Bolívar, ubicado a metros de la presidencial Casa de Nariño y de la sede del Congreso, desde que se rechazó el primer acuerdo y hasta que finalice el enfrentamiento armado con las FARC.
«Nosotros en Guatemala tuvimos un proceso de paz, creo que la paz es algo que nos debemos como latinoamericanos y Colombia se debe la paz», afirmó a AFP Evelyn Recinos, una abogada guatemalteca de 32 años que participó en la actividad.