Washington/AFP
Alina Dieste
Reducir el embarazo adolescente es un reto para América Latina y el Caribe, la región del mundo que presenta la segunda tasa más alta del mundo de gestación precoz, dijo el miércoles la OPS, al recomendar más educación sexual y un mayor uso de anticonceptivos.
«Los programas nacionales deben abandonar lo que no funciona y ampliar o reforzar lo que sí funciona, con el fin de llegar de modo eficaz a las adolescentes que viven en condiciones de vulnerabilidad», indicó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe realizado con UNICEF y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En la región, el 15% de los embarazos anuales ocurre en menores de 20 años. Y mientras la tasa mundial de embarazos adolescentes se estima en 46 nacimientos por cada 1.000 madres de entre 15 y 19 años, en América Latina y el Caribe es de 66,5/1.000, solo superada por la de África subsahariana, con 110,4/1.000.
En la región, cerca de 1900 adolescentes fallecieron en 2014 por problemas de salud durante el embarazo, el parto y el posparto, señala el reporte, que recalca que «a menor edad materna, menor edad gestacional del hijo, menor peso al nacer, peor estado de nutrición infantil y menor nivel de escolarización alcanzado».
En Centroamérica, Guatemala, Nicaragua y Panamá tienen las tasas más elevadas de embarazo adolescente. En el Caribe, lideran República Dominicana y Guyana; en Sudamérica, Bolivia y Venezuela.
La tasa más baja de embarazo adolescente en toda la región está en Guadalupe, territorio francés de ultramar en el Caribe. En América Central y del Sur, Costa Rica y Chile registran respectivamente las mejores estadísticas.
El informe muestra además que aunque en los últimos 30 años bajó el número de hijos por mujer en la región, entre las adolescentes la disminución de la tasa de fecundidad ha sido más lenta.
El embarazo en menores de 15 años también es un problema: América Latina y el Caribe es la única zona del mundo que registra una tendencia ascendente.
Analfabetas, pobres, indígenas
Aunque no existe un único retrato de una madre adolescente en la región, las analfabetas o las que tienen apenas educación primaria, las que provienen de los hogares más pobres, y las que viven en zonas rurales, más aún si son indígenas, tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de concebir hijos antes de los 20 años que el resto.
Muchas causas confluyen para que la tasa de embarazo adolescente se mantenga tan alta, a pesar de su descenso en los últimos 15 años, según los expertos.
El informe menciona la falta de información sobre salud sexual y reproductiva, el acceso restringido a los métodos anticonceptivos, la persistencia de la violencia sexual y el matrimonio infantil, la renuencia de padres o autoridades religiosas a reconocer el inicio de la actividad sexual en las jóvenes, y grandes desigualdades por motivos de género, riqueza y nivel educativo.
«Reducir la pobreza y aumentar el acceso a las oportunidades de educación y desarrollo sin duda sería una parte importante en el camino para reducir los embarazos no planeados en adolescentes, pero no sería suficiente», dijo a AFP Sonja Caffe, experta de la OPS en la materia.
«También es necesario que los adolescentes tengan acceso a la información y a servicios de salud sexual y reproductiva eficientes y de calidad».
De India a Estados Unidos, con escala en Colombia
Caffe dijo que es necesario derribar tabúes con respecto a la educación sexual.
«Hay ejemplos de programas exitosos en comunidades muy religiosas de India y Bangladesh, donde se implementaron intervenciones para reducir el matrimonio infantil y aumentar el acceso de las niñas a la educación sexual y a los anticonceptivos», explicó.
Pero la solución puede estar incluso más cerca.
El estudio subraya que Estados Unidos y Canadá tienen tasas por debajo del promedio mundial, con un descenso sostenido en el último decenio. Estados Unidos, en particular, registró una disminución récord en todos los grupos étnicos, con una baja del 8% entre 2014 y 2015, hasta un mínimo histórico de 22,3 nacimientos por 1.000.
«Eso fue debido a un esfuerzo específico para llegar a las niñas vulnerables con anticonceptivos, acompañado de educación sexual y consejería», explicó Caffe.
El informe destaca la experiencia de Colombia, que implementó 800 «consultorios amigables» para jóvenes.
Cada año en el mundo quedan embarazadas alrededor de 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años, y dos millones de niñas menores de 15 años.
Según el informe, cubrir la necesidad insatisfecha de anticonceptivos en las adolescentes permitiría evitar cada año 2,1 millones de nacimientos no planificados; 3,2 millones de abortos y 5.600 muertes maternas.