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Washington / AFP
El optimismo reinaba el viernes en relación a las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos, que deberían permitir poner fin al conflicto que opone a los mayores economías del mundo.
Las discusiones sobre el acuerdo parcial de comercio con China anunciado por el presidente Donald Trump han «hecho enormes progresos, pero aún no se han completado», dijo el viernes Larry Kudlow, principal asesor económico del presidente de Estados Unidos.
Por su parte, el ministerio de Comercio chino anunció que ambas partes «han alcanzado un consenso sobre los principios» del pacto, según un comunicado emitido en Pekín.
Este acuerdo parcial conocido como «fase 1», con esquemas vagos por la parte estadounidense, fue anunciado por Trump el 11 de octubre en presencia del principal negociador chino, el vicepresidente Liu He.
«Superamos la situación en que estábamos en la primavera (boreal) pasada», cuando Donald Trump interrumpió unas negociaciones que parecían estar a punto de culminar luego de acusar a los chinos de no respetar sus promesas, señaló Kudlow.
En China los comentarios fueron menos directos, pero en Estados Unidos se los interpretó de manera positiva, lo que provocó un alza de los precios del petróleo en la perspectiva de un crecimiento mundial más sólido.
Un portavoz del Ministerio de Comercio chino hizo referencia a «conversaciones serias y constructivas» tras una conversación telefónica, el viernes (sábado en Pekín), entre los principales protagonistas de la negociación: Liu He, Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos (USTR), y Steven Mnuchin, secretario del Tesoro en Washington.
Los servicios de Lighthizer mencionaron «avances en distintos dominios».
Las discusiones continuarán a nivel de adjuntos, precisó la USTR.
«El llamado telefónico entre China y Estados Unidos parece haber transcurrido de buena manera y haber sido constructivo. Parece que el acuerdo en fase 1 está encaminado para ser certificado», estimó Ryan McKay, analista de TD Securities.
– Dónde y cuándo –
Trump ha indicado una y otra vez que quiere firmar rápidamente un acuerdo con su homólogo chino Xi Jinping.
El presidente estadounidense esperaba poder rubricar un documento final al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) que se celebraría a mediados de noviembre en Chile.
Pero las tensiones sociales en el país sudamericano obligaron a las autoridades a cancelar la reunión.
El jueves se indicó que la nueva sede se anunciará en breve y que se presentaría el «60% del acuerdo total».
El tono positivo de Kudlow sigue a un amargo intercambio entre Washington y Pekín a principios de esta semana.
China denunció un «ataque malintencionado» del jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo, que había acusado al Partido Comunista Chino, en el poder desde 1949, de ser abiertamente hostil a Estados Unidos y a «(sus) valores».
El acuerdo de la «fase 1» incluye -según los escasos detalles revelados por Trump- compras de productos agrícolas por valor de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares al año.
Esto es aproximadamente 2,5 veces el pico de las compras anuales de China.
– Fase 2 –
A cambio, China obtuvo que Estados Unidos renunciara al aumento del 25 al 30% en los aranceles sobre 250.000 millones de dólares de las exportaciones chinas a Estados Unidos, que debía entrar en vigor el 15 de octubre.
El acuerdo alcanzado el 11 de octubre también incluye elementos sobre propiedad intelectual, una mayor apertura del sector de servicios financieros chinos y una sección sobre tipos de cambio.
Kudlow explicó que «el capítulo sobre los servicios financieros está prácticamente terminado». «Las empresas estadounidenses serán 100% propietarias en China de compañías de seguros, empresas de corretaje, sociedades de inversiones, etc», señaló. También el capítulo consagrado a la moneda fue acordado.
En otros dos puntos de suma importancia para los negociadores estadounidenses (el robo de propiedad intelectual y las transferencias forzadas de tecnología) – Kudlow dio cuenta de avances. Pero se deberá esperar a una «fase 2» del acuerdo, que podría comprender un total de tres, según señaló el presidente.
También queda por establecer un mecanismo eficaz de solución de controversias, crucial a los ojos de Washington para estar seguros de que Pekín respetará las reglas.
