César Ramírez Caralvá
Escritor y fundador Suplemento 3000
«Orfeo (en griego Hñöåýò) es un personaje de la mitología griega. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los Misterios Órficos, rituales de contenido poco conocido.» -Wikipedia-.
Orfeo fue miembro de los navegantes comandados por Jasón desde Págasas a Cólquide en busca del vellocino de oro. Nos interesa por el momento su mención en el libro Égloga y Geórgicas /Publio Virgilio Maron – Madrid: Imprenta Central, 1879 – 368 pág. En la cual leemos: IV Égloga ¡Oh si plugiese al cielo bondadoso/ Darme cantar en mi vejez doliente/ tus hazañas en estro numeroso!/ A Lino yo venciera fácilmente; / Venciera al tracio Orfeo tan famoso, /y el lauro arrebatara de tu frente./ Si el mismo Pan conmigo contendiera, /Vencido a Pan la Arcadia conociera». Pág 29 Idem y la Égloga VI ¡Qué más he decir ¡ Ni el mismo Apolo/Oyó nunca tan grata melodía/Del Parnaso en la sacar compañía; /Ni el Ródope, ni el Ísmaro famosos/ Cuando dulces conciertos armoniosos/La cítara de Orfeo resonaba,/Que las florestas tras de sí arrastraba. Idem pág 42. Demuestran el vivo interés de Virgilio de un músico que tenía el don de la armonía, con nivel de virtuoso adquirido en sus viajes a Egipto, le han considerado reformador de la religión, algunos contemporáneos le otorgan la cualidad de pontífice sobre la de rey, debido a sus novedades sacras y fábulas, fingió que su armonía arrastraba tras sí las fieras y los bosques. Estudios recientes muestras que la música de Johann Sebastian Bach provoca en las plantas mejor crecimiento, quizás por la armonía de sonoridad. «En 1960, Borges alumbró El hacedor, en una convivencia de textos en prosa y en verso que, como aquellos de Azul… de Rubén Dario, inciden en la esencia y el origen de lo poético. No en vano, poesía procede de la palabra griega poiesis con el alto valor de «hacer humano en general», «invención» o «creación poética». El poeta es el hacedor; Orfeo mito y hombre más allá del mito. Si un hombre es todos los hombres, como un libro puede ser todos los libros, entonces el nombre de Homero alberga en sí mismo a todos los poetas del pasado, del presente y el porvenir (Huici, 1988: 18)…. Borges reconoce en el hombre algo trascendental, una existencia con valor desde el momento en que existe desde la palabra, desde el que habla -porque habla- es un dios… En «la escritura del Dios» de El Aleph». Pág 85-86 En_Avatares del hacedor Jorge Luis Borges (1985-2016)/ Editado por Vicente Cervera salinas, María Dolores — Editorial Verdum 2017. En conclusión se renueva el mito de Orfeo, como bien lo cita Borges: «En Oda compuesta en 1960 de El Hacedor, el poeta es «la gota que habla» con el río, «el instante» que habla con el tiempo. Este tú a tú con la inmensidad solo es posible desde la dimensión mágica, alegórica del poema, que intercede en el «íntimo diálogo» entre el hombre y la realidad (Borges, 2009, 169)» pág 85 Idem