@OscarportilloD
Organizaciones nacionales representantes del sector agropecuario y organizaciones estadounidenses, shop se manifestaron frente a las instalaciones de la embajada de Estados Unidos, debido a la manipulación del proceso de aprobación del FOMILENIO II.
La compra de semillas a empresas nacionales, es una de las acciones que retrasa la marcha del FOMILENIO II, y esto se debe a que una de las cláusulas del TLC, impone al gobierno la compra de semillas a empresas transnacionales.
Frenar la compra de semillas a cooperativas, productores y familias que tratan de mejorar su calidad de vida, gracias al Programa de Agricultura Familiar (PAF), vulneraría su trabajo y economía, sin mencionar que estas empresas representan fuente de trabajo para otras personas.
Los representantes aglutinados a las gremiales y cooperativas, califican esto como un chantaje.
“Hemos visto que la compra de semilla nacional ha logrado cubrir el 100% del consumo nacional”, dijo Alexis Stoumbelis, presidenta del Comité en Solidaridad con el pueblo de El Salvador (CISPES), siendo este uno de los legados del gobierno del ex presidente Mauricio Funes, dejar la dependencia de la compra de semilla extranjera, además de poseer uno de los índices de producción agrícola más altos de Centroamérica, “este es un logro que el gobierno de Estados Unidos debería estar celebrando y apoyando, no presionando al gobierno para que quite un programa exitoso que está mejorando la situación de seguridad alimentaria”, agregó Stoumbelis.
La presidenta de CISPES hizo notar que la política exterior de los Estados Unidos responde a los intereses de las empresas con más poder económico.
Asimismo, el Presidente Honorario de la Confederación de la Reforma Agraria Salvadoreña (CONFRAS), Miguel Alemán, hizo notar que una de las transnacionales que el gobierno de Estados Unidos busca beneficiar es Monsanto, transnacional que proporcionaba las semillas a campesinos en el gobierno del ex presidente Elías Antonio Saca.
Los más de mil ciudadanos y residentes estadounidenses que firmaron una carta denunciando las condiciones del FOMILENIO II aseguran que violentan la soberanía del país.
Las organizaciones buscan hacer presión en el congreso estadounidense, haciendo entrega del mismo documento que se dejó en la embajada, al departamento del Estado, y hablando con funcionarios del congreso para que comprendan que los beneficiados serán los pequeños agricultores que ayudan al crecimiento económico del país y no las transnacionales con poder económico, motivo principal del por qué se hacen programas como el FOMILENIO.
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