Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La minería metálica transfronteriza, es una amenaza “grave”, que impacta al recurso hídrico nacional, aseveró Cidia Cortéz, bióloga investigadora de la Universidad Luterana Salvadoreña (ULS).
Y agregó que “solo Honduras tiene más de 2 mil kilómetros, concesionados a la minería metálica, y de esos, 600 kilómetros, se encuentran en línea de frontera con El Salvador”.
Los hallazgos del estudio realizado por Cortez, dan cuenta que solo entre Guatemala y Honduras hay entre 50 y 60 proyectos mineros que están ya concesionados, muchos de ellos con permiso de explotación, pero por algún motivo no han iniciado.
La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) realizó un foro informativo sobre las Amenazas de la Minería Metálica Transfronteriza y la presentación de la investigación realizada por Cortez, quien reiteró en su ponencia la amenaza que representa para el río Lempa, la contaminación por metales pesados o agroquímicos.
En el caso de Guatemala, la investigadora agregó que han encontrado que es de inmediata emergencia, el atender la problemática que representa las operaciones de la mina Cerro Blanco, en Asunción Mita, Guatemala, ya que está abierta desde el año 2010, aunque no puntualmente en la extracción de oro y plata, sino en la extracción de aguas termales.
“El estudio presentado por los nuevos propietarios de la empresa minera Blue Stone Resourcess, señalan que no han podido desaguar la mina, porque son más de cinco kilómetros de agua que está asentada y mientras no logren desaguarla, será sumamente difícil que puedan extraer oro”, refirió.
Asimismo, aumentar la extracción de las aguas termales de la mina Cerro Blanco, añadió Cortez, implica el aumento en el número de pozos de bombeo para incrementar su extracción,.
Se está hablando de muchos metros cúbicos de aguas termales, y que se suponen serán enfriadas, pero lo delicado de esta situación es que, no lograrán lanzar toda esa agua al río Ostua, porque sería muy evidente.
La propuesta que tienen en ese nuevo estudio, es inyectar mil 500 galones al día, al acuífero subterráneo que está alimentando al lago de Güija, a través de su tributario en Guatemala que es el río Ostua.
Esto es sumamente grave y ni Guatemala o El Salvador le están poniendo atención a esta situación y no dimensionan la magnitud del problema, argumentó.
Mientras, Luis González ambientalista de la UNES, afirmó que sin importar que El Salvador cuente con una ley de prohibición de minería metálica, en la región y el mundo las amenazas por aguas y proyectos mineros transfronterizos, eleva la alerta para buscar soluciones compartidas entre los Estados centroamericanos.
“Entonces como organizaciones sociales, lo que nosotros estamos proponiendo es el diálogo y que sigan avanzando de parte de las organizaciones una propuesta de tratado de aguas transfronterizas pero todavía no ha sido retomado seriamente por ambos países, y El Salvador debe poner este tema como de interés nacional.
“Sabemos que esta industria (minera) es la más contaminante para el ser humano y el medio ambiente y el país se encuentra en situación de vulnerabilidad, porque comparte cuencas hidrográficas con Honduras y Guatemala. Y con este estudio técnico, científico y social, sobre los impactos de la minería metálica, podemos hacer una fuerte demanda al Estado salvadoreño y sus autoridades entrantes, que hagan todas las acciones encaminadas a revertir este impacto”, sostuvo.
El Salvador comparte tres regiones hidrográficas importantes con Honduras y Guatemala con los ríos Lempa, Paz y Guascorán, que por su nacimiento topográfico coloca al país, como “agua dependiente”, por su nacimiento transfronterizo.
“Sobre la minería transfronteriza muy poco se ha hecho, es por esto que pedimos acciones en conjunto y encaminadas en buscar soluciones regionales y evitar impactos ambientales y salud. El gobierno entrante deberá mantener la prohibición de la minería metálica y atender la amenaza de la minería transfronteriza, porque solo la mina Cerro Blanco, amenaza la cuenca del río Lempa y son seis millones de personas que obtienen agua de consumo de ese cuerpo de agua”, manifestó.
“Es urgente la aprobación de la ley general de agua”, acotó Rodolfo Calles de CRIPDES, quien advirtió que el nuevo gobierno deberá contar con una estrategia de protección y conservación del recurso hídrico y de no hacerlo el país entraría en los próximos cinco años, en una situación grave para contar con el vital líquido.
“De nada sirve que tengamos una ley que prohíbe la minería, sino lo vinculamos al tema de la ley general de agua, necesitamos garantizar en este país, que el agua será priorizada para el consumo humano, que sea un derecho humano.
Porque en la línea que vamos, es a una crisis hídrica y no podemos darnos el lujo que proyectos mineros vengan a destruir el medio ambiente. Esos son los retos más grandes del nuevo gobierno”, puntualizó.