Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“El Sitio Arqueológico Tacushcalco es un sitio que tiene tres mil años de antigüedad, con un valor histórico impresionante para nuestro país, pero desgraciadamente está siendo destruido por intereses mezquinos y económicos, junto al río Ceniza”, denunció, Román Cartagena, representante del Movimiento Tacushcalco, en Nahuilingo, Sonsonate.
Diversas organizaciones ambientalistas, comunidades organizadas, pueblos indígenas y culturales, denunciaron un inminente desenlace que favorecerá a la inmobiliaria Fénix S.A de C.V., que desde el 2017 se encuentra destruyendo parte del sitio histórico Tacushcalco, con la urbanización Acrópoli Sonsonate.
La Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate (MESUTSO), que aglutina una diversidad de organizaciones, se pronunciaron por la defensa de los derechos culturales y ambientales del sitio arqueológico, que también ha sido reconocido por autoridades estatales como “Patrimonio Cultural”.
“Como miembros de las comunidades, desde hace 4 años empezamos a manifestarnos contra esa destrucción en el sitio sagrado, cuando se inicia el proyecto Acropólis (2017), que vino a destruir a gran escala el lugar y no se ha detenido, pese a que el proceso judicial le impedía seguir”, manifestó Cartagena, en nombre de la Mesa.
“En este momento hay construcciones, siguen en el sitio arqueológico, y cada vez que se construye un complejo habitacional, demanda de un montón de servicios básicos como agua, la deposición de las aguas negras, que claro, van a parar al río Ceniza”, afirmó Cartagena.
Tacushcalco y Nexapan (río Ceniza) encierran un vínculo espiritual de los Pueblos Indígenas, en donde confluyen su visión integral de identidad y naturaleza, al que consideran como la “unidad inseparable” y como “hilos de un mismo tejido”, lugares en donde se ha evidenciado actividad humana con una data de mil años, antes de Cristo, de acuerdo con estudios antropológicos.
“El río Ceniza, en sus aguas abajo, permite que alrededor de 3 mil personas utilicen sus aguas para subsistir, y en ese contexto queremos hacer un llamado al Ministerio de Cultura, al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a los alcaldes que están metidos en este problema, para que todos tomen cartas en el asunto y protejan la identidad y la salud“, argumentó Cartagena.
Ante el reinicio de la Vista Pública en el Tribunal 2o de Sentencia de Sonsonate, el próximo 17 de diciembre, que podría fallar a favor de la empresa constructora, las organizaciones en el territorio, afirmaron que seguirán denunciando y luchando por la preservación de los sitios arqueológicos apelando a la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural y la vida de sus habitantes a través de la Ley de Medio Ambiente.
“Proteger la cultura en general en un país es parte esencial de las sociedades que desean saber de dónde venimos, pero es una lástima que actualmente todo lo que se pretende es borrar nuestro pasado. Y quizás lo hacen pretendiendo que sigamos siendo esclavos”, dijo.
“Por eso creo que es deber de todos los ciudadanos denunciarlo y no permitir esta doble destrucción porque es nuestra identidad y nuestra vida, porque somos parte de la misma naturaleza. Debemos salvar a Tacushcalco y Nexapan y el futuro para nuestros hijos”, acotó Cartegana.
Mientras, Aracely Argueta, activista de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), señaló la urgencia de dar respuestas factibles a las comunidades, frente a problemáticas que sobrepasarán las capacidades de los recursos naturales no solo en Sonsonate, si no en el territorio nacional.
“Creo que en el marco de una profunda crisis hídrica y de derechos que está viviendo el país y que lleva ya un tiempo, es justo pensar que en los problemas que generan en el territorio y en este caso es la Cuenca Sensupan Banderas, debe atenderse de inmediato”, dijo Argueta.
“El Estado, sabiendo la crisis de agua que tenemos debe atender la Cuenca, porque se vuelve la base fundamental de vida de las comunidades que habitan las zonas. Y eso quiere decir que la contaminación que se hace al río Ceniza es parte del daño que se hace ea las comunidades el territorio”, indicó.
Sobre la problemática del agua en la Tierra de los Izalcos, Argueta dijo que devenía no solo de la demanda del recurso hídrico y su diario vivir, además de las condiciones materiales de las comunidades que han vivido en las zonas por décadas.
“Esto entraña identidad y cosmovisión de los Pueblos Indígenas, también hay elementos ideológicos y las formas o visiones de mundo de las poblaciones que habitan en el territorio, y Tacushcalco entra en esa cosmovisión de mundo y su cultura. Por eso, les pedimos que se una a este espacio y trabajen con la METSUSO y las comunidades para construir posibilidades de vida”, reiteró Argueta. Las organizaciones que integran la METSUTSO reiteraron su llamado al Tribunal 2do de Sentencia a no reprogramar de nuevo la Vista Pública y al Ministerio de Cultura a no seguir replicando un “vergonzoso papel” como autoridad estatal en el caso y respete los derechos de los Pueblos Indígenas en su identidad y sitios sagrados.