Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Con una misa en la Cripta de Catedral donde descansan los restos de Monseñor Romero, la Fundación Comunicándonos junto con la Asociación Salvadoreño por los Derechos Humanos (ASDEHU), conmemoraron el 43 aniversario de la emboscada y asesinato de los cuatro periodistas holandeses
Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Hans ter Laag, hecho cometido por el Batallón Atonal de la Fuerza Armada el 17 de marzo de 1982.
Oscar Pérez, presidente-director de la Fundación Comunicándonos, expresó que a 43 años del asesinato de los periodistas holandeses hay señales suficientes para decir que pronto se tendrá tener verdad y justicia en el caso.
“Estos 43 años los estamos conmemorando con mucha esperanza para que pronto las cuatro familias de los periodistas holandeses, el pueblo de los Países Bajos y el pueblo salvadoreño, también conozcan verdad y justicia para este crimen de lesa humanidad”, destacó.
Asimismo, indicó que como parte de los avances de este caso la jueza de Dulce Nombre de María, departamento de Chalatenango, llamará a juicio a tres presuntos responsables del asesinato que aún están con vida, el general García, entonces Ministro de Defensa.
Además, el coronel Francisco Morán, ex director de la Policía de Hacienda, que tienen arresto y están refugiado en el Hospital Bautista desde hace más de año y medio, así como, el coronel Mario Reyes Mena que se encuentra viviendo en Estados Unidos, para él hay un proceso de extradición.
Pérez consideró que a la Fuerza Armada le hace falta voluntad política para contribuir en la búsqueda de verdad y justicia en estos crímenes de lesa humanidad, pese al mandato de la Sala de lo Constitucional para que la Fuerza Armada colabore con la justicia, entregando toda la información sobre estos casos, además, le señala a la institución que de no tenerla, debe reconstruirla.
“Sorprende mucho que la Fuerza Armada no quiera contribuir a esta búsqueda de verdad y justicia, sobre estos crímenes de lesa humanidad, le hace falta voluntad política a la actual Asamblea legislativa, así como a todas las anteriores, ninguna ha cumplido con las víctimas, nunca han puesto en el centro las víctimas sino a los victimarios”, aseguró.
Pérez externó que no hay voluntad política por parte de la Asamblea Legislativa para responder a las víctimas, con una Ley de Justicia Transicional, después del conflicto armado nunca se encontró justicia en el país, el informe de la Comisión de la Verdad señaló una serie de graves violaciones a los derechos humanos, por lo cual, el Estado era obligado a desarrollar todo un proceso de justicia transicional con una legislación, sin embargo, esa no se ha dado.
“Lo que se impuso fue una ley de impunidad para poner en el centro los victimarios, no a las víctimas, luego la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a través de la Sala derogó, desechó esa ley pro que apoyaba la impunidad, a raíz de la declaración de inconstitucionalidad de esa ley de impunidad se pudo establecer todo un proceso de justicia transicional, pero no lo han hecho, por lo tanto, no hay justicia ni verdad para las víctimas”, recalcó.
Según el presidente-director de la Fundación Comunicándonos, el proceso del asesinato de los cuatro periodistas holandeses es el que más ha avanzado, pero un caso empuja a los demás que también esperan verdad y justicia en El Salvador.
La Fundación Comunicándonos y ASDEHU son las responsables de la exigencia de verdad y justicia para el caso de los cuatro periodistas holandeses, asesinados el 17 de marzo de 1982 por tropas del Batallón Atonal, en Santa Rita, Chalatenango.
Esta exigencia de verdad y justicia está solicitada por las familias de los cuatro periodistas, y es acompañada por la Embajada del Reino de los Países Bajos, en Costa Rica.
Durante la eucaristía por el aniversario del asesinato de los periodistas holandeses, se presentaron cuatro tulipanes, flor con la que se identifica a Holanda, simboliza la raíz y el país de origen de Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Hans ter Laag, quienes siempre serán recordados por su valentía, profesionalismo y entrega para informar siempre la verdad de los hechos ocurridos en El Salvador en esa época.
También, se presentó una corona de ciprés, en signo de la fraternidad de Holanda y El Salvador, para hacer memoria, reconstruir la verdad y buscar justicia en un crimen de guerra y lesa humanidad, por ser además, un caso paradigmático de violación a la libertad de expresión.
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