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Las organizaciones aglutinadas en la iniciativa “Campaña Azúcar Amarga”, se pronunciaron frente al Ministerio de Salud, donde pidieron garantizar el derecho a la salud de las personas que sufren insuficiencia renal debido a la exposición de agro tóxicos, utilizados en el monocultivo de caña de azúcar; asimismo, que dicha cartera de Estado desarrolle una estrategia nacional para el tratamiento de la enfermedad renal crónica.
Norma Mejía, integrante de la Red Uniendo Manos de El Salvador (ARRUMES), dijo que en el país el uso indiscriminado de plaguicidas, por décadas ha provocado daños irreparables a la salud de la población, así como graves consecuencias para el medio ambiente, incluyendo la fauna, flora y fuentes de agua superficiales y subterráneas que abastecen a la población.
“Según el MAG, más de $55 millones en agrotóxicos son importados al país cada año, datos del Ministerio de Salud confirma que la mayoría de los pacientes diagnosticados por enfermedad renal crónica están asociados a factores tóxico y ocupacionales agrícolas, vinculando esta epidemia sanitaria a la expositora a pesticida, fertilizantes y otros productos nocivos para la salud”, externó Mejía