@SilviaCoLatino
En el marco del primer aniversario luctuoso de la ambientalista hondureña Berta Cáceres, organizaciones sociales de El Salvador se sumaron a otros pueblos para unir sus voces y denunciar mundialmente, la intromisión en el proceso judicial que se sigue, en la búsqueda de los autores intelectuales del asesinato de esta mujer Lenca.
Berta Cáceres fue asesinada el 3 de marzo de 2016, cuando dormía en su hogar, en La Esperanza, cabecera del departamento de Intibucá. Un año antes de su muerte había recibido el Premio Ambiental “Goldman” para el Sur y Centroamérica, por su lucha junto a su pueblo Lenca contra la construcción de una presa hidroeléctrica que afectaría directamente el río Gualcarque considerado sagrado por los pueblos indígenas.
Margarita Posada, de ASGOJUS, afirmó que la participación de su colectivo se encuentra en la lógica de apoyar y resguardar las acciones que realizan las defensoras y defensores de los derechos humanos, ambientales, políticos y culturales en Centroamérica.
“La situación que vive Honduras es lamentable y es una expresión de la falta de tolerancia, donde priva el interés de la gran empresa por sobre el interés de los recursos naturales y de la vida, que son las que luchan por defenderlo. El planeta está en una situación tan crítica porque estamos depredando agua, permitiendo la minería, acabando con las especies de la flora y fauna. Y la gente que se opone acaba como Berta Cáceres ¿Por qué?, ese es el Sistema Neoliberal”, argumentó.
Las organizaciones sociales y ambientalistas entregaron una carta al Embajador de Honduras, con las peticiones de justicia y una investigación a fondo del Caso de Berta Cáceres y los autores intelectuales; así como de Nelson García, miembro también del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
Asimismo, denunciaron las amenazas a la vida de José de los Santos Sevilla, líder comuntario del pueblo Tolupan y líderes campesinos e indígenas de la Plataforma Agraria del Aguan, MUCA, OFRANEH, MILPAH entre otros, pobladores.
“Aquí priva el interés del mercado sobre los derechos humanos y la naturaleza misma, es por esto que estamos ante la Embajada de Honduras para demandar justicia y lo consideramos un terrorismo de Estado, y todo porque una empresa no pudo construir una hidroeléctrica en el río Gualcarque, que ella tanto protegió”, reiteró.
Ricardo Navarro del CESTA llamó a reflexionar frente al sistema político y económico- ideológico, que en aras de aumentar las ganancias de las empresas transnacionales eluden la responsabilidad en los impactos que generan a nivel ambiental.
“En el planeta ya se ven resultados graves, ahí está el Cambio Climático, la afectación de la Biodiversidad, la acidez de los océanos y estamos viendo que en el actual sistema está afectando gravemente la existencia de la humanidad”, advirtió.
Berta Cáceres recibió el Premio Ambiental “Goldman” en el 2015, por su lucha sostenida junto a su pueblo Lenca contra la construcción de una hidroeléctrica en defensa del río Gualcarque que se consideran aguas sagradas para sus ancestros y fue suficiente para poner precio a su vida. En su discurso luego de recibir el reconocimiento reafirmó
“En Honduras se vive una situación trágica.
A medida que han ido avanzando las grandes inversiones del capital transnacional, con empresas vinculadas al sector poderoso económico, político y militar del país. Esas políticas neoliberales extractivistas han provocado también, un aumento de la represión, criminalización y despojo de las comunidades, que han sido desplazadas de manera formazada”, dijo (discurso 2015).