Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Organizaciones y movimientos populares mostraron su apoyo a los médicos internos despedidos del Hospital Rosales, luego de apoyar públicamente a dos colegas suspendidas hace dos meses por comentarios publicados en redes sociales durante la tragedia del estadio Cuscatlán.
La Unidad Nacional de Trabajadores y Organizaciones Sociales y Populares de El Salvador (UNITRASAL) pidió la inmediata restitución de los médicos internos, ya que esta acción arbitraria evidencia que el gobierno del presidente Bukele busca castigar y reprimir el derecho a protesta y legítima demanda que tienen todos los salvadoreños, aunque trabajen en instituciones del Estado.
Además, violenta el derecho a educación de las personas que se desempeñan como residentes de medicina en los hospitales y centros de salud nacionales, pues siguen siendo personal en formación y con esta suspensión truncan su proceso formativo.
“Exigimos la inmediata restitución del personal afectado con esta medida represiva del Ministerio de Salud, responsabilizamos al presidente Bukele y al ministro Alabí, de cualquier afectación que suceda con población hospitalizada que demanda servicios médicos en las consultas externas y centros de salud en el país. A quién más castigarán cuando tengan víctimas fatales por la falta de personal médico en los diferentes niveles del Sistema Nacional de Salud”, externó.
A criterio de UNITRASAL, en lugar de proteger la salud de la población salvadoreña el ministro de Salud violenta y pone en riesgo este derecho, pues en los hospitales públicos y en casi todos los centros de salud del Primer Nivel de Atención son los internos de medicina, quienes atienden y resuelven la demanda en salud de la población.
“Debido a los abusos de poder y excesos cometidos contra todo el personal de salud durante la pandemia, muchísimos especialistas han renunciado del sistema de salud; ahora también están debilitando el área de residencia médica condenando a la población a buscar otras formas de atender y resolver problemas de afectación a su salud. Exigimos respeto y garantía a los derechos laborales, alto a la persecución y criminalización sindical”, sostuvo.
Entre tanto, la Coordinadora Nacional de Movimientos y Organizaciones en pro de los Derechos Humanos, el Desarrollo y la Paz de El Salvador (CONAMODES) exigió el cese de todo intento, por continuar despidiendo de forma agresiva y arbitraria a la clase trabajadora del sector salud.
Hizo un llamado a la comunidad universitaria, Facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador (UES) y al gremio médico, enfermeras, personal administrativo a solidarizarse, pero también a estar en emergencia y preparados para dar respuesta no solo jurídica, sino también organizadamente.
“En El Salvador hay una confirmada política represiva y de criminalización contra el trabajador en el campo y la ciudad, alrededor de 3,000 despidos abusivos y arbitrarios. Así como diferentes violaciones al derecho laboral; el país se encuentra en un perfil de riesgo, ante la crisis más grave de Derechos Humanos desde la firma de los Acuerdos de Paz”, enfatizó CONAMODES.
Además, exigió la inmediata liberación de líderes sindicalistas en medio de una flagrante violación al Estado de Derecho, abusos de poder y descarada judicialización de la política, a través del Régimen de Excepción, el irrespeto a sus derechos humanos, civiles y políticos reconocidos universalmente.